Los líderes comunitarios que han viajado a la India han dado, claro, una visión positiva de la cumbre igual que el primer ministro indio, Manmohan Singh. Todos afirman que se han hecho «progresos considerables». El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha recordado que el intercambio entre las dos potencias alcanzó los 84.000 millones de dólares en 2010 y que la UE es el principal socio comercial de la India.
Durao Barroso señaló q ue la India es un «socio natural y estratégico» de Europa y que el acuerdo de libre comercio será «un paso crucial para el crecimiento sostenido, la innovación y la creación de empleo».
Lo cierto es que las reticencias se dan igual en Bruselas que en Nueva Delhi, ante el temor a una «invasión» que perjudique a sus respectivas industrias. India tiene unos aranceles altísimos para los coches europeos y no quiere abrir su mercado a los sectores financieros y el comercio minorista, mientras que Bruselas restringe la expansión del sector informático indio y pretende vincular producción y comercio con medio ambiente.
La lista de productos y servicios que entrarían en el acuerdo de libre comercio es enorme y los problemas acompañan. Por ejemplo, Médicos sin Fronteras avisa de que la firma tendría repercusiones en el precio de los medicamentos genéricos. El presidente de la organización, Unni Karunakara, ha dicho que «no podemos permitir que este tratado comercial cierre la farmacia de los países en desarrollo».
A pesar de los temores, la UE es el principal socio comercial de la India, con un 19% de sus exportaciones y un 14% de sus importaciones. Sin embargo, sólo representa el 2,6% del comercio europeo y un 1,1% de las inversiones de terceros países. Desde hace una década las dos potencias trabajan juntas con un acuerdo de cooperación científica y tecnológica.
Al margen de los acuerdos comerciales, se ha hablado en esta cumbre de seguridad y de cuestiones internacionales. Van Rompuy ha pedido que la India se sume al embargo de petróleo iraní. La respuesta de Nueva Delhi es que «el asunto puede resolverse con un máximo uso de diplomacia».