Japón es el séptimo mayor socio comercial de la UE a nivel mundial y el segundo en Asia después de China. Mientras que la UE es el tercer mayor socio comercial de Japón, después de China y Estados Unidos. Juntos representan más de un tercio del PIB mundial.
Se prevé que un acuerdo entre estos dos gigantes económicos impulsaría la economía de Europa entre un 0,6 % y un 0,8 % de su Producto Interior Bruto (PIB) con la creación de 400.000 puestos de trabajo. Las exportaciones de la UE a Japón podrían aumentar en un 32,7 %, y las japonesas a Europa en un 23,5 %.
En las conversaciones se abordan sobre todo las barreras no arancelarias y una mayor apertura del mercado japonés de contratación pública. El objetivo de ambas partes es llegar a un acuerdo de liberación recíproca y progresiva del comercio de bienes, servicio e inversiones, así como las normas relacionadas con el comercio.
Han acordado hojas de ruta específicas para la eliminación de las barreras no arancelarias por parte de Japón y en paralelo la eliminación de los derechos de la UE, así como la apertura de la contratación pública de ferrocarriles de Japón y el mercado de transporte urbano. Si en el plazo de un año, Japón no hubiera levantado las barreras no arancelarias, las conversaciones se suspenderían.
Las exportaciones desde la Unión alcanzaron en 2011 los 49 mil millones de euros, principalmente en los sectores de maquinaria y equipo de transporte, productos químicos y productos agrícolas. Las procedentes de Japón fueron de 67,5 mil millones de euros.
En cuanto al acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) con Canadá está en su fase final. Un estudio previo al inicio de las conversaciones en 2009 preveía que el aumento de los ingresos anuales sería aproximadamente de 11,6 mil millones de euros para la UE y de 8.200 millones para Canadá.
La mitad del aumento del PIB correspondería al comercio de servicios, una cuarta parte a la eliminación de los aranceles y la otra cuarta parte a la eliminación de las barreras no arancelarias.
Canadá representa el 1,8 por ciento del comercio exterior total de la UE, mientras que esta fue en 2011 el segundo socio comercial más importante de Canadá, detrás de EE UU.
El comercio en ambos casos corresponde a equipos de transporte y productos químicos, aunque también un lugar importante lo ocupan los servicios financieros y seguros e inversión.