Angela Merkel se queja de que Chipre no se haya comunicado con la troika desde hace varios días y se niega a que los fondos de pensiones entren en la subasta del plan de rescate como pretende el gobierno chipriota. «La Unión Europea no debe renunciar a sus principios en ningún caso», dice la canciller.
Por su parte Rusia ha decidido no acudir en ayuda de Nicosia, a pesar de que la mayor parte de los fondos depositados en los bancos, y ahora inmovilizados, son de magnates rusos. Miles de millones de euros. La respuesta ha sido que los futuros bonos de las reservas gasísticas no les interesan a los inversores rusos.
En Chipre se está llegando a una situación límite, el Banco Central Europeo (BCE) avisa que el lunes cerrará el grifo de los fondos y eso pondrá al país, como alerta el gobernador del Banco Central, Panicos Demetriades, al borde de una quiebra desordenada que les obligará a salir del euro y a volver a su antigua moneda.
El mayor banco de Chipre, le está diciendo al Gobierno que dé marcha atrás y acepte el rescate gravando los depósitos de más de 100.000 euros.
Mientras, los ciudadanos están además de indignados desconcertados. Eligieron a un presidente conservador para que negociara un rescate favorable y un mes después se encuentran con sus ahorros paralizados en los sotanos de los bancos. Miles de empresas no tienen dinero para trabajar, y no solo chipriotas, la gran mayoría son extranjeras. Aunque el Gobierno ha dado orden de que los cajeros tengan siempre dinero.
La situación es confusa, sin la aprobación del Parlamento no hay rescate y el tiempo corre.La Comisión Europea ha pedido a Chipre que mantenga los bancos cerrados después del martes por seguridad pública.