Pero, como la debacle financiera internacional en 2007 desató una grave crisis de deuda soberana y un declive económico en la mayoría de los países europeos, hoy las instituciones, gobiernos y representantes de algunos sectores industriales de la UE llaman a adoptar medidas proteccionistas, especialmente contra los países emergentes que se alzan como competidores, como Brasil, Corea del Sur, China e India.
Este cambio drástico del bloque en su postura ante el comercio internacional se ha sido evidente este verano, cuando los fabricantes alemanes de paneles solares y el gobierno izquierdista de François Hollande en Francia han instado a la UE a adoptar protecciones contra la competencia china y a suspender un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Corea del Sur.
El ministro francés de Recuperación Productiva, Arnaud Montebourg, denunció en agosto «el inaceptable dumping (prácticas de comercio desleal) por parte de fabricantes de automóviles coreanos, como Hyundai y Kia». «Europa puede abrir sus mercados, pero no debe rendirse» ante los competidores económicos desleales, dice Montebourg.
La evolución de las actuales tendencias industriales sugiere que Europa estaría efectivamente rezagándose económicamente. La legendaria firma de automóviles francesa Peugeot acumuló pérdidas por valor de 1.200 millones de euros entre julio de 2011 y junio de 2012, y ha anunciado despidos de más de 8.000 trabajadores en Francia y en deslocalizaciones industriales en países del este europeo.
Mientras, los fabricantes surcoreanos han incrementado sustancialmente sus exportaciones a Europa. Según cifras divulgadas el 29 de agosto por la Comisión Europea, las exportaciones
de Hyundai a Francia crecieron un 48 por ciento en la primera mitad de 2012. En el mismo lapso, las ventas europeas de automóviles a Corea del Sur cayeron en un 13 por ciento.
Sin embargo, estas cifras por sí solas no son suficientes para justificar los llamamientos europeos al proteccionismo. Según Hyundai, bastante más de la mitad de los 400.000 automóviles que vendió a Europa entre enero y julio de este año fueron, de hecho, fabricados en países de la UE, como la República Checa.
Además, el TLC solo habilitó una caída marginal de los aranceles a los automóviles surcoreanos pequeños, del 10 por ciento antes del acuerdo al 8,3 por ciento a partir de julio de 2011, y al 6,6 por ciento desde julio pasado.
No obstante, como otros actores industriales franceses -desde fabricantes de barcos y trenes de alta velocidad a constructores de centrales nucleares- perdieron licitaciones frente a competidores surcoreanos, estos últimos pasaron a ser para la UE la encarnación de un rival fuerte y, supuestamente, desleal.
Según el último informe de competitividad global del Foro Económico Mundial, el desempeño económico de Corea del Sur en 2011 superó al de Francia. Pero ese país asiático no es la única amenaza.
Veintiséis productores europeos, liderados por los fabricantes de paneles solares, que se encuentran al borde de la bancarrota debido a una fuerte presencia china en el mercado, exhortaron a la UE a que adoptara medidas antidumping contra competidores chinos. Arguyeron que Beijing otorgaba a sus industriales subsidios ilegales que les permitían fijar precios por debajo de los costes de producción.
Esas prácticas, según el grupo EU ProSun, que representa a la mayoría de las firmas europeas de la industria solar, son «distorsiones injustas» al comercio internacional. La Organización Mundial del Comercio permite que los gobiernos actúen contra el dumping cuando hay un daño genuino a la industria nacional.
En 2011, Europa fue el destino del 60 por ciento de las exportaciones chinas de paneles solares. El 6 de este mes, la UE anunció que respondería a la demanda de EU ProSun lanzando una investigación oficial sobre los subsidios y las prácticas comerciales de Beijing.
Proteccionismo en aumento
La UE también desarrolló un nuevo concepto de comercio internacional que, según expertos en economía y analistas, claramente incluye nuevas medidas proteccionistas. Estas probablemente afectarán a países emergentes como India, Brasil y Sudáfrica, que conforman el bloque IBSA, así como a China, Corea del Sur y Vietnam.
En un análisis divulgado en julio, titulado «The Next Decade of EU Trade Policy: Confronting Global Challenges?» (La próxima década de política comercial de la UE: ¿Confrontando desafíos globales?), La UE se protege de las economías emergentes