No a los bonos y más control es el mensaje que quiere lanzar Europa con estas medidas sancionadoras a los directivos bancarios. El comisario de Servicios Financieros de la Unión Europea, Michel Barnier, ha dicho que «Las nuevas exigencias en términos de remuneración y primas envían, en primer lugar, un mensaje político fuerte: no volveremos a las prácticas de antes de la crisis. La UE ha elegido ser pionera en el saneamiento de los modos de remuneración en los bancos.»
Las políticas de remuneración de las entidades financieras serán controladas por los supervisores de cada país y estos podrán exigir a las entidades bancarias que adopten medidas para rectificar cualquier problema que surja y , en última instancia podrán recurrir a las multas.
Además, sólo se pagará en efectivo un 30% de los bonus y en caso de primas especialmente altas sólo el 20%. El pago no será inmediato y podrá retirarse si el resultado no cumple los fines esperados.
Las primas serán proporcionales al salario y un 50% del total se abonará en forma de «capital contingente», es decir que el banco podrá recuperarlo si pasa dificultades. A los bancos que inviertan en productos financieros problemáticos que puedan generar grandes pérdidas se les exigirán mayores requisitos de capital y una mayor transparencia.