El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha convocado a varios líderes europeos este sábado en París para coordinar la intervención militar en Libia que presumiblemente será inminente. La UE estará representada al más alto nivel pero, como tal, tiene poco que decir sobre los ataques. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, afirma que es responsabilidad de los Estados.
En París, Sarkozy espera a los jefes de gobierno de Reino Unido, España y Alemania, representantes de la Liga Árabe y la Unión Africana, al secretario general de la ONU y al presidente del Consejo Europeo. El presidente francés ha tomado las riendas de la operación militar contra Gadafi y su ministro de Exteriores, Alain Juppé, insiste en que «todo está preparado para intervenir», aunque no ha desvelado ni cuándo ni cómo. Estaba también previsto analizar el alto el fuego anunciado por Gadafi e incumplido ya en las últimas horas.
Lo que sí ha dejado claro Francia es que no es oportuna una implicación de la OTAN en el conflicto. «Pensamos que no es una buena señal que la OTAN intervenga como tal en un país árabe», ha declarado el portavoz de Exteriores, Bernard Valero.
La Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad Europea, Catherine Ashton, ha declarado que los Estados son los responsables de la acción en la que puedan desear implicarse, una vez que la ONU ha autorizado la zona de exclusión aérea sobre Libia.
La Unión Europea, según Ashton, tiene la clave en aumentar las sanciones al régimen libio, en los sectores del petróleo y el gas, y en reforzar la ayuda para posibles evacuaciones o apoyo humanitario. Los ministros europeos de Exteriores se reunirán el lunes para tratar estos asuntos.
Ashton ha rechazado la idea de que hay división entre los 27 sobre la actuación en Libia y considera que la abstención de Alemania en el Consejo de Seguridad de la ONU no es una prueba. «Nadie votó en contra», dice.