El acuerdo nuclear provisional, que durará seis meses, prevé la congelación parcial de las actividades nucleares iraníes a cambio del levantamiento de algunas sanciones internacionales contra Teherán. La entrada en vigor del acuerdo sólo está pendiente de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica confirme que Teherán ha comenzado a cumplir sus compromisos.
Fundamentalmente se trata de dejar de enriquecer uranio por encima del 5% y neutralizar sus reservas de uranio enriquecido al 20%. Además, debería de paralizar los avances en las plantas de Natanz, Fordo y Arak y permitir las inspecciones de la OIEA.
Las sanciones que se han retirado son las que prohiben comerciar con oro o metales preciosos procedentes de Irán o las exportaciones de sus productos petroquímicos. Las autoridades iraníes podrán iniciar también la progresiva repatriación de 4.200 millones de dólares de ingresos por venta de petróleo retenidos en el exterior.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) tiene previsto presentar en Viena su primer informe sobre si Irán está cumpliendo lo que se pactó en el acuerdo nuclear interino firmado a finales de noviembre en Ginebra con seis grandes potencias. Es clave para que la UE pueda empezar inmediatamente con el levantamiento de algunas sanciones económicas impuestas en el pasado a la República Islámica.