Los planes que el Eurogrupo lanzó a bombo y platillo hace un mes para reformar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) quedan en humo otra vez. Se confió en las potencias emergentes, sobre todo, en los países asiáticos para que aportaran capital y se ha fracasado.
La eurozona proyectó el FEEF que pudiera avalar las emisiones de deuda de los países europeos, de forma que las garantías evitaran la presión de los mercados, sobre todo, en España e Italia; comprar bonos de deuda directamente, apoyar la capitalización del sector bancario y conceder préstamos preventivos a los Estados miembros. Presumiblemente para hacer todo esto se esperaba contar con un billón de euros.
Tras la reunión de anoche del Eurogrupo, no se cuantifica ya la nueva capacidad del FEEF y se recurre al Fondo Monetario Internacional. Según dijo el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se hará «a través de préstamos bilaterales». Sin embargo, el comisario europeo de Asuntos Monetarios, Olli Rehn, reconoció que la fórmula aún no se ha fijado.
La evolución de la crisis es más rápida que la toma de decisiones de la UE y mucho más que su puesta en práctica. El responsable del FEEF, Klaus Regling, asume que «todo es impredecible, las condiciones del mercado cambian sobre la marcha».
Liberados los 8.000 millones para Grecia
Los ministros de Economía de la eurozona acordaron desbloquear el tramo de 8.000 millones de euros pendiente de entregar a Grecia para que no suspenda pagos en unas semanas. Ya se había acordado la entrega cuando el exprimer ministro, Yorgos Papandreu, sorprendió con el episodio del referéndum sobre el rescate europeo y la UE congeló la liberación del dinero.
Ahora, una vez conseguido el compromiso por escrito de los partidos griegos para avanzar en los ajustes a cambio del rescate, el dinero se entregará a mediados de diciembre. El Eurogrupo tiene que concretar ahora el segundo rescate a Grecia acordado en otros 130.000 millones y la quita del 50% en los bonos griegos que tienen inversores privados.
También se acordó el pago de otro tramo del rescate irlandés de 8.500 millones de euros, una vez constatado que Irlanda cumple escrupulosamente el programa de ajustes acordado con la UE y el FMI.
Además el Eurogrupo estudió con el nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, su programa de reformas para recortar el déficit, como le pide Bruselas. El comisario Rehn dijo después que es necesario tomar más medidas de consolidación fiscal.