Desde 2008 se sabía que esto tendría que llegar y la Comisión Europea, con el apoyo del Parlamento Europeo, propuso modificar el régimen de ayudas, pero la iniciativa se estancó en el Consejo. El pasado septiembre se volvió a presentar la propuesta que fue bloqueada de nuevo por los ministros comunitarios.
A pesar de que la UE goza de uno de los niveles de vida más altos del mundo, unos 43 millones de personas están en riesgo de no poder alimentarse correctamente, es decir, no pueden permitirse una comida completa cada dos días. Este problema se ve paliado en parte con el programa alimentario para personas y familias especialmente vulnerables. En 2009 se distribuyeron aproximadamente unas 440.000 toneladas de productos a 18 millones de personas de 19 Estados miembros. Para el programa de 2012 hay solo 162.000 toneladas de cereales y 54.000 toneladas de leche desnatada en polvo para repartir.
El Plan de distribuición de alimentos se puso en marcha en la UE en 1987, cuando el Consejo aprobó que las existencias de intervención pública de productos agrícolas se entregaran a los Estados miembros que desearan utilizarlas como ayuda alimentariapara los más necesitados. Las sucesivas reformas de la PAC han ido reduciendo las intervenciones de alimentos y escasean las reservas. Para que estas entregas tuvieran una continuidad, el plan se modificó para que se pudiera complementar con otros productos comprados en el mercado. Los alimentos se distribuyen entre las personas más necesitadas en forma de cestas de alimentos o de comidas que gestionan asociaciones.
Alemania presentó una queja por la compra de alimentos y el Tribunal de Justicia falló en contra del programa reiterando que la mayoría del suministro debería provenir de existencias públicas. A la vista de la escasez de recursos el plan para el próximo año se ha adelantado unos meses para que las organizaciones tengan tiempo para encontrar recursos en otro sitio.