Los ministros de Economía de la UE tienen que mostrar «músculo y dientes» para limitar las primas a directivos en el sector financiero. Así de contundente ha querido mostrarse el ministro sueco, Anders Borg, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la Unión, en una rueda de prensa, al término de la reunión del Ecofin.
Borg dice que la vieja cultura de los bonus debe terminar y los europeos no deben limitarse a dar recomendaciones o líneas directrices, sino a actuar, porque estamos en una situación del mercado laboral muy precaria. Con esa posición unánime la UE se presentará en la cumbre del G-20. Borg argumenta que «en la mayoría de los países estamos dando un gran apoyo al sector bancario, pero existe el peligro de que los excesos en la asunción de riesgos vuelvan a los mercados financieros cuando la situación mejore». Ahora el objetivo es lograr reglas a escala internacional y tocaría mover ficha a Estados Unidos.
La vicepresidenta del Gobierno español y ministra de Economía, Elena Salgado, ha reiterado que hay un acuerdo amplio y que «los bonus deben ser plurianuales y tener en cuenta tanto los éxitos como los fracasos».