Los ministros de exteriores de momento sólo han decidido proponer futuras sanciones económicas a Rusia lo que implicaría pasar a la llamada fase tres. Así, piden a la Comisión Europea y al Servicio de Acción Exterior, liderado por la Alta Representante Catherine Ashton, tomar acciones contra Rusia en materia de servicios financieros, defensa, bienes de doble uso y tecnología sensible, incluyendo el sector energético.
Este paquete de medidas se aplicaría en caso de que Rusia entorpeciera las labores de investigación en la zona del avión siniestrado, la colaboración con la OSCE, y la repatriación de todos los cuerpos. También si no aceptara la puesta en marcha del plan de paz propuesto por el Presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, ni el control fronterizo para evitar la entrada y salida de armas de ambas zonas.
Así, fuentes comunitarias afirman que no se descarta una próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno para aplicar la fase tres, si Rusia no hace progresos para solucionar el conflicto. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton ha exigido a Rusia su «cooperación inmediata». De momento, la representación de Moscú en la ONU votó ayer junto a sus homólogos del Consejo de Seguridad a favor de que se esclarezcan las causas del derribo del avión y que se lleve a cabo por expertos independientes.
No obstante, los Estados miembros piden «prudencia» ante el desarrollo de los acontecimientos. Para los Veintiocho la prioridad es la repatriación de los cuerpos de los que perecieron en el accidente, la mayoría de los pasajeros eran de origen europeo. Si se aplicaran las medidas no tendría consecuencias solamente para Moscú, también para los Estados miembros, en especial los del centro y este, con mayores relaciones comerciales con Rusia.
Pero España también sufriría las consecuencias de las sanciones contra Rusia, y que ya está experimentando en un sector de gran importancia para el país: el turismo. Los visitantes provenientes de Rusia han caído un 4,5% acumulado desde el mes de enero hasta junio, según la encuesta española de movimientos turísticos Frontur. Una población que hasta entonces había tenido un crecimiento sostenido en sus visitas al país ibérico.
En la misma línea que Margallo, el representante de la cartera de exteriores holandés, Frans Timmermans, ha avisado que si no hay «progresos» por parte de Rusia, el Consejo Europeo adoptará las acciones necesarias.
De pasar a la fase tres de sanciones, se evitaría la venta de armas y/o material militar a Moscú como hasta ahora. Por el momento, algunos países europeos como Francia tienen pendiente la venta de buques tipo Mistral a Rusia. Ambos Estados tienen un contrato que no finalizará hasta octubre y cuyo valor asciende a los 1.200 millones de euros.
El primer ministro británico, David Cameron, cuestionó la decisión de Francia de mantener su contrato. «Francamente, en este país [Reino Unido] sería imposible cumplir un pedido como el que tienen los franceses, pero debemos presionar a todos nuestros socios porque no podemos seguir relacionándonos como si no pasara nada con un país [Rusia] que se ha comportado así», declaró.
Los países bálticos junto con Suecia, Estados que más mano dura han pedido contra Rusia desde que empezaron las hostilidades, son los que han solicitado sanciones más contundentes. Con el objetivo de presionar a Moscú para que el Kremlin deje de abastecer a los rebeldes prorrusos, sospechosos según Estados Unidos y la UE de haber abatido el avión que sobrevolaba la región separatista de Donetsk.
«Las armas no las han comprado en las tiendas, sabemos de dónde provienen», ha subrayado el ministro sueco de exteriores Carl Bildt. Y considera que el embargo de material bélico «se tendría que haber producido antes». En este sentido también se ha pronunciado su homólogo lituano, Linas Linkevicius, quien ha acusado a los rebeldes prorrusos de «terroristas».
«El mundo ha cambiado desde la semana pasada», ha afirmado el nuevo ministro británico Philip Hammond. Así, se ha unido a otros países para pedir más contundencia contra Moscú. El premier británico David Cameron ya pidió ayer en su comparecencia en la Cámara de los Lores que se estableciera un embargo de armas contra Rusia.
Los ministros comunitarios también se han centrado en la ampliación de otras sanciones como la congelación de activos y visados contra los responsables de la anexión de Crimea y que menoscaban la identidad territorial de Ucrania, tal y como decidieron los Jefes de Estado y de Gobierno en el pasado Consejo europeo y que se aplicará a final de mes.
Tensión en Oriente próximo
Los ministros de Exteriores también han acordado abordar la situación en la franja de Gaza e Israel. El conflicto se ha saldado ya con más de 500 personas muertas según Amnistía Internacional y cerca de 30 por parte israelí. Las hostilidades se han intensificado desde que el gobierno de Benjamin Netanyahu decidiera proseguir la incursión terrestre en la franja de Gaza, con el objetivo de eliminar todos los túneles que conectan la zona con territorio israelí.
Los Veintiocho han lamentado la pérdida de civiles, así como el envío de cohetes provenientes de la franja de Gaza hacia Israel. Sin embargo, la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton, también ha señalado «el derecho de Israel a defenderse» de los ataques de Hamás.
«Lo que está ocurriendo necesita una condena sin paliativos», ha declarado el Ministro Margallo. Y ha afirmado que si no se llega a una solución del conflicto palestino-israelí «estos incidentes se repetirán en el futuro». Margallo también ha lamentado que el conflicto este «contagiando a toda la región», como por ejemplo a Líbano y Siria.