La Tate Gallery de Londres, el Museo Nacional de Cracovia, el Museo de Historia de Noruega o el propio Museo Reina Sofía ya han constatado la eficacia de esta solución dirigida a prevenir el deterioro de las obras de arte y otros objetos del patrimonio cultural por causas de contaminación y radiación medioambientales y a reducir, así, el gasto en materia de conservación. Porque los detectores MEMORI tienen como objetivo alertar de la contaminación antes de que provoque un efecto visible en los objetos.
El proyecto MEMORI, «Medición, evaluación de los efectos y la mitigación del impacto de contaminantes en los bienes culturales muebles. Investigación Innovadora para la Transferencia de Mercado», iniciado en 2010 y financiado por la CE cuenta con la participación de 17 entidades europeas, entre las que se cuentan museos, centros de investigación y empresas privadas y se lleva a cabo dentro del 7 º Programa Marco de la UE.