Ashton, en un comunicado, asegura que la UE continuará apoyando los esfuerzos de la Liga Árabe y pide, «una vez más que todos los miembros del Consejo de Seguridad asuman sus responsabilidades». La Alta Representante de la Política Exterior europea exige al presidente Assad «el fin inmediato de los asesinatos de civiles, la retirada del ejército sirio de las ciudades sitiadas» y la apertura de un proceso de transición.
Rusia se ha opuesto a condenar al régimen sirio porque «la resolución no refleja adecuadamente la auténtica situación», ha dicho el embajador de Moscú ante la ONU, Vitali Churkin. En la Conferencia de Seguridad que se celebra en Múnich, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha sido más claro: «La propuesta de resolución condena la violencia del Ejército sirio, pero debe condenar también la violencia que ejercen los militares rebeldes».
En una línea similar se ha pronunciado el embajador chino en la ONU, Li Baodong:«Como muchos miembros del Consejo, China sostiene que bajo las actuales circunstancias enfatizar la presión en el gobierno sirio, prejuzgar el diálogo o imponer cualquier solución no ayudará a resolver la cuestión siria, sino que complicará más la situación».
Una posición que el embajador alemán ante la ONU, Peter Witting, ha calificado de «escandalo», mientas su colega francés, Gérard Araud, acusaba a Rusia y China de ser «cómplices de la política de represión del régimen sirio». Araud ha asegurado que se mantendrá la presión para que la Unión Europea amplíe las sanciones contra el régimen de Assad.
El voto en Naciones Unidas ha coincidido con uno de los peores ataques del ejército sirio contra la población de Homs, donde han muerto 260 personas, según la oposición del Consejo Nacional Sirio.