El presidente permanente del Consejo de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, y el jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, han remitido una carta a los dirigentes del G-20 para pedirles una acción conjunta y eficaz que deje atrás la crisis financiera.
Los dos líderes europeos recuerdan a sus colegas las medidas adoptadas en el último Consejo Europeo y advierten de que, aunque la UE cumpla sus compromisos, esto por sí solo no puede asegurar la recuperación económica mundial y un crecimiento equilibrado. «Hace falta hacer más a nivel mundial en un espíritu de responsabilidad y propósito común» , dicen Barroso y Van Rompuy.
En su carta, hay referencias indirectas a China cuando se habla de tipos de cambio devaluados, o a Estados Unidos al mencionar el insuficiente ahorro doméstico. Con todo, los líderes comunitarios mantienen la perspectiva de que esta cumbre de Cannes sea productiva por la credibilidad del G20 y de cada uno de sus miembros.
Barroso y Van Rompuy exponen a sus colegas del G20 una relación de ocho prioridades que van desde la recuperación del crecimiento y el equilibrio económico, a la reforma del Sistema Monetario Internacional, la dimensión social de la globalización o la lucha contra el cambio climático.
Según filtraciones difundidas por el semanario alemán Der Spiegel, el borrador de la cumbre maneja ya conceptos muy claros para evitar que la crisis financiera se reproduzca, como reducir el tamaño de las instituciones financieras para que una posible quiebra no repercuta en todo el sistema o retirar el carácter vinculante a las calificaciones de las agencias de rating.