Tras el rechazo de la oposición venezolana a reconocer el resultados de las presidenciales de este domingo, la UE ha dicho que «toma nota» de la victoria del candidato oficialista, Nicolás Maduro, y subraya la importancia de que el resultado sea aceptado por todas las partes.
La portavoz comunitaria de exteriores, Maja Kocijancic, ha declarado que lo importante es que el resultado sea aceptado por todas las partes. «Si el Consejo Nacional Electoral (CNE) decide hacer un recuento confiamos en que se haga rápido y con total transparencia, es especial a la vista del margen extremadamente estrecho» de los resultados», ha dicho Kocijancic. Bruselas también ha destacado la alta participación en los comicios presidenciales porque «la alta participación demuestra el compromiso del pueblo venezolano con la democracia».
El actual presidente en funciones venezolano, Nicolás Maduro ha logrado un ajustadísimo triunfo, con 234.935 sufragios más que el líder opositor, Henrique Capriles, en una votación en la que participó el 78,71 % de los 18,9 millones de venezolanos convocados a las urnas.
El gobierno británico ha informado en una nota de prensa que «estamos al tanto de que el resultado de las elecciones está en disputa y buscamos que se aclare la situación a lo largo del día». Por su parte Francia espera conocer «la publicación oficial de los resultados definitivos» y confía en la solidez de las instituciones, según un portavoz de exteriores francés. El gobierno español, que en los últimos años ha mantenido varias discusiones con el gobierno venezolano, ha defendido un recuento electoral rápido para acabar con la actual situación de «interinidad» y destaca la gran «polarización» que muestran los resultados electorales.
Mientras Europa se mantiene en silencio ante el resultado tan ajustado, otros países como Argentina, Ecuador y Cuba han apoyado inmediatamente por su victoria a Nicolás Maduro. También lo han hecho Pekín y Moscú. Vladímir Putin, ha señalado que con Maduro «Venezuela continuará el fortalecimiento de las relaciones estratégicas con Rusia», mientras que el gobierno chino ha expresado su deseo de que el país caribeño «continúe su desarrollo y estabilidad».