La EFSA ha concluido, después de analizar el estudio, que este tiene una «insuficiente calidad científica» por lo que no se puede considerar válido y pide a los científicos que lo han hecho que aporten más información.
En opinión de los expertos de la agencia europea los datos y el análisis del estudio son inadecuados y se plantean «muchas preguntas» sobre la metodología y la concepción de la investigación.
Entre las irregularidades que indica figura que el tipo de rata que se ha utilizado tiene una esperanza de vida de dos años, el mismo tiempo que ha durado el estudio y que estos animales desarrollan tumores a lo largo de su vida de una manera natural.
EFSA concluye que el estudio no tiene una base científica válida y por lo tanto descarta revisar su opinión sobre el maíz transgénico de Monsanto. Afirma que no es posible evaluar correctamente el impacto en las ratas.
Per Bergman que ha dirigido el análisis de la EFSA afirma que puede sorprender que la agencia se concentre en la metodología utilizada por el profesor Séralini más que en los resultados, explica que precisamente ahí está el problema. «Cuando se realiza un estudio, es esencial establecer una metodología apropiada» de esa forma hay una base sólida a partir de la cual se pueden generar datos y conclusiones. Sin esos elementos, no es probable que un estudio «pueda considerarse fiable y válido», ha dicho Bergman.
Esta es la primera parte del examen. Se hará un segundo análisis, más completo, que se publicará antes de finales de este mes de octubre con la información complementaria que proporcionen los autores del estudio. Se incluirá los estudios que realicen los Estados miembros y un informe que harán las autoridades alemanas responsables de la evaluación del Glifosato, el pesticida que se proporcionó a las ratas junto con el maíz transgénico.