Según el acuerdo del PE tendrán derecho a mejores condiciones de trabajo y de vivienda, incluido el alojamiento adecuado y un límite en las horas de trabajo. Es la primera normativa de este tipo que se decide a nivel europeo y tiene como objetivos poner fin a la explotación y evitar que las estancias temporales se conviertan en permanentes.
Muchos de estos trabajadores, son víctimas de explotación y viven en condiciones de vida insalubres. Los gobiernos tienen dos años y medio para adaptar la nueva normativa y establecer el principio de igualdad de trato respeto a los ciudadanos europeos. Es decir, se impondrá una edad mínima para trabajar, recibirán remuneración por despido, se regularán las horas de trabajo y las vacaciones y tendrán libertad de asociación y afiliación. Estarán incluidos en los regímenes de seguridad social y en el caso de cobrar una pensión esta se estipulará según el salario recibido.
Según la ley, los empleadores deberán garantizar un alojamiento adecuado y el alquiler no podrá ser deducido automáticamente de los salarios. Si no cumplen con sus obligaciones serán sancionados a pagar las compensaciones a sus trabajadores o serán imposibilitados para nuevas contrataciones.
La nueva normativa ha sido aprobada por 498 votos, 56 en contra y 68 abstenciones. La ley no afectará el derecho de los Estados miembros a decidir cuántos trabajadores estaciones necesita y cada estado miembro fijará una duración máxima de estancia que variará de entre 5 y 9 meses a 1 años. Los trabajadores, que deberán disponer de una oferta de empleo en firme o un contrato, podrán extender sus contratos o cambiar de empleador dentro de ese límite. A petición de los eurodiputados, también tendrá que incluir pruebas de que el trabajador tendrá un alojamiento adecuado que el alojamiento está organizado por el empleador, y el alquiler no debe ser excesivo.
El ponente de la ley, Claude Moraes (S&D del Reino Unido) ha destacado que con estas nuevas reglas «hemos tratado de decir a los buenos empleadores que deben continuar haciendo lo que están haciendo» y «los malos empleadores deben saber que hay normas mínimas para proteger a los trabajadores temporeros». «Es esencial que los trabajadores sean tratados no como mercancías, sino como seres humanos».
«Este es el primer expediente de la migración legal y deberíamos estar orgullosos de ello, porque a pesar de que no va a curar todos los problemas de vulnerabilidad del trabajo estacional, que vemos repetidamente en toda la UE, hemos roto una barrera y lo hemos hecho con un gran consenso».