La oficina de la UE contra las prácticas de monopolio en el espacio del mercado único Europeo, investiga de manera oficial si Apple echó mano a las malas artes para quedarse con el mercado europeo del libro digital y dejar fuera a Amazon y su Kindle.
En 2010 se produjo un cambio en la forma de determinar el precio de los libros electrónicos, coincidiendo con la puesta en el mercado del lector de la manzana. Apple autorizó a los editores a firmar contratos llamados «de agencia» para que establecieran el precio de los libros que venderían en línea.
Las editoriales investigadas son la francesa Hachette Livre, Harper Collins de Rupert Murdoch, Simon y Schuster de CBS, Penguin de la británica Pearson group y la alemana Verlagsgruppe Georg von Holzbrinck.
La Comisión Europea aclara que la investigación está en su inicio y que hacerla no significa que esas editoriales hayan violado las normas de la libre competencia. Pero lo cierto es que en marzo pasado la CE efectuó inspecciones sorpresa en los locales de algunas empresas de libros electrónicos en diferentes Estados miembros.