Los consumidores europeos se beneficiarán también del acuerdo que la UE ha llegado con la República Centroafricana. Podrán estar seguros de que todos los productos de la madera que compren, incluidos los muebles y las astillas para biocombustible, tienen un origen legal.
El 31% de la República centroafricana está cubierto de bosque tropical. Las actividades ligadas al bosque son la tercera fuente de más importante del PIB del país y la segunda en lo referente a las exportaciones. Además el sector forestal es la principal fuente de trabajo privada del país.
El Acuerdo, en el que han participado las autoridades locales, las empresas madereras y las ONG, implica la creación de un sistema nacional que garantice el cumplimiento de la legislación en la producción maderera para los productos que se exporten a la UE y también para el mercado interior y los que se vendan en países que no pertenecen a la UE.
Ese mayor control frenará la deforestación ilegal y la degradación del medio ambiente. La República centroafricana es un país sin salida al mar, que ocupa el puesto 22 entre las naciones más pobres del mundo. El 62% de su población vive por debajo del umbral de pobreza.
Unos 1,8 millones de hectáreas, de un total de 3,6 millones, de bosques tropicales son explotados comercialmente en la actualidad por 11 empresas madereras. El Acuerdo con la UE implica no solo el respeto por el medio ambiente también que las autoridades puedan controlar mejor sistema laboral y los ingresos fiscales.
La República centroafricana es el quinto país de África con el que la UE ha alcanzado un Acuerdo de Asociación Voluntaria FLEGT, los otros países son Ghana, Camerún, República del Congo y Liberia.