Papademos ha admitido que ese compromiso escrito«es necesario para eliminar incertidumbres y ambigüedades en cuanto a las acciones que deberán tomar en el futuro los partidos que estén en el poder». Por eso propone que se haga a medio plazo suponiendo que su gabinete de unidad nacional ya ha expresado su voluntad de cumplir los objetivos pactados. El líder del partido conservador Nueva Democracia, Antonis Samaras, se niega a certificar por escrito el cumplimiento de las medidas acordadas con la eurozona.
Tanto el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, como el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, dicen públicamente que confían en las garantías griegas, pero el Eurogrupo, el FMI y la UE quieren que quede negro sobre blanco que Grecia va a poner en marcha los ajustes exigidos. Mientras tanto, no se desbloqueará el sexto tramo del primer rescate a Grecia, los 8.000 millones de euros que Grecia necesita para pagar salarios y pensiones en diciembre. «Es una cuestión de confianza», ha dicho Barroso.
La UE quiere garantías de que, sea cual sea el color del nuevo gobierno griego, tras las elecciones, Atenas cumplirá además los acuerdos que tomó la eurozona en octubre, que incluyen un segundo rescate a Grecia por 130.000 millones de euros y la condonación de la mitad de la deuda por la banca.
Este martes, Papademos se entrevistará con el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.