Entre 75.000 y 90.000 millones de euros necesita Portugal para resolver su crisis financiera. Los ministros europeos de Asuntos Económicos discuten hoy en una reunión informal en Budapest la cantidad concreta y los recortes complementarios que Portugal tendrá que hacer a cambio de recibir la ayuda europea y del Fondo Monetario Internacional.
El ministro portugués de Economía, Fernando Teixeira dos Santos, no ha querido especular sobre la cantidad necesaria y ha dicho que se determinará cuando una comisión técnica de ambas partes estudie la situación. En cualquier caso, «ha dicho que el país necesita una asistencia no sólo para seis meses sino para un plazo más prolongado, un programa con un horizonte más amplio también y con este objetivo tenemos que empezar a trabajar ya».
Bruselas asegura que el programa de ajuste requerido a Portugal se negociará «empezando desde cero». El gobierno ya había puesto en marcha medidas de austeridad muy duras pero el último plan de ajuste presentado,el cuarto, que rechazó la oposición y supuso la dimisión del primer ministro, parece ahora una buena base para cualquier futuro plan, según la presidencia húngara de la UE. El objetivo de este plan es reducir el déficit al 4,6% del PIB este año, al 3% en 2012 y al 2% en 2013.
Si es así, el conservador Partido Social Demócrata portugués (PSD) que previsiblemente ganará las elecciones del 5 de junio, tendrá que poner en marcha las mismas medidas, si no más duras, que rechazó antes desde la oposición en el Parlamento. Su líder, Pedro Passos Coelho, ha apoyado la solicitud de rescate y ha dicho que «el PSD hará todo lo necesario para apoyar ese pedido en el plano exterior, pero también para facilitar las negociaciones que el gobierno tendrá que llevar adelante».
Uno de los puntos clave del rescate será el tipo de interés al que se preste dinero a Portugal. Los ministros europeos debaten también este viernes la posibilidad de rebajar el tipo que se impuso a Irlanda, el 5,8%, ahora considerado excesivamente duro para los irlandeses y para garantizar la sostenibilidad de la deuda. La contrapartida podría ser la rebaja del impuesto de sociedades , uno de los más bajos de la UE, a lo que se opone el gobierno de Dublín.
A la llegada a la reunión de Budapest, la ministra española, Elena Salgado, ha afirmado que el rescate portugués será el último que hace la eurozona, excluyendo así de nuevo la posibilidad de que España tenga que recurrir a la ayuda europea.