La UE en plena polémica presupuestaria

La Comisión Europea ha propuesto una subida del presupuesto europeo de un 5% para los próximos 7 años. Como era de esperar ha levantado oleadas de opiniones, sobre todo en contra. Lo más polémico es la creación de dos fuentes adicionales de financiación: una tasa sobre las transacciones financieras y un nuevo IVA comunitario. Bruselas calcula que de esta manera podría ingresar hasta 60.000 millones de euros entre 2014 y 2020, no parece mucho si se compara con el presupuesto para esos años que es de un billón de euros.

Billetes y monedas de euro
Foto:CE

La tasa sobre las transacciones financieras es un tema recurrente desde que se inició la crisis financiera, no parece entusiasmar a muchos. La otra propuesta, la de establecer un IVA especial tampoco. A la UE ya le llega financiación desde el IVA que se recauda en los Estados miembros. La diferencia con lo que propone Bruselas es recaudarlo directamente, pero ese impuesto no superaría los dos puntos porcentuales y sería muy pequeña la diferencia con lo que le llega ahora. La Comisión Europea quiere terminar con la dependencia de financiación centrada en los países que ahora es del 75% del gasto europeo y que perjudica a unos y beneficia a otros. También quiere terminar con la devolución de parte de la contribución para compensar a algunos de los Estados más ricos, este sistema comenzó en 1984 con el cheque británico.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, reconoce que la discusión de los presupuestos para el periodo de 2014 a 2020 puede llevar un tiempo, algunos dicen que hasta 18 meses. También cree que su propuesta es «ambiciosa pero realista» y responde a la austeridad que la propia CE está exigiendo a los veintisiete.

En la propuesta se incluye la congelación de la partida destinada a la política agrícola a niveles de 2013. Bajaría del 40% al 36% del total.

A Francia, que es el país que más ayudas agrícolas recibe, no le ha hecho mucha gracia la idea. Sube la cantidad destinada a la política de cohesión y se crea una nueva categoría la de «regiones en transición»" para aquellas áreas que dejan de ser objetivo prioritario en la política de cohesión. En España solamente Extremadura continuará percibiendo estos fondos.

Se prima la inversión en investigación e innovación y educación, mientras que aumenta considerablemente el gasto del nuevo servicio diplomático europeo. Reino Unido no quiere ni oír hablar de un impuesto europeo y el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, considera que los presupuestos son muy elevados y tampoco le gusta la introducción de un IVA europeo ya que la UE «no tiene problemas de financiación».