Era una recomendación de la Comisión Europea, que aprobó la pasada madrugada el Eurogrupo y hoy ratificarán los ministros de Finanzas de toda la UE, en el Ecofin. Se da algo de aire a España, a cambio de aplicar nuevos ajustes económicos y aceptar una estricta supervisión de Bruselas.

Según lo acordado, España ya no tendrá que rebajar este año su déficit hasta el 5,3%, como estaba previsto, bastará llegar al 6,3%. En 2013, será suficiente el 4,5% hasta llegar en 2014 al 2,8%.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha dejado claro que la prórroga lleva consigo un estricto cumplimiento de las medidas adoptadas en el presupuesto español de este año y medidas adicionales para garantizar la meta fiscal, que el gobierno tendrá que adoptar en un plazo de tres meses, junto a un informe detallado sobre su estrategia de saneamiento de las cuentas públicas. Bruselas examinará cada tres si España cumple los compromisos de reducción del déficit.

La interpretación de la condicionalidad de la prórroga, aprobada por el Eurogrupo el mismo día que se concreta el rescate bancario español, varía según la posición política. Hay quien cree que es una intervención camuflada de la UE, como el expresidente del gobierno, Felipe González, y quien entiende que las exigencias comunitarias no son nuevas porque ya estaban expuestas, con o sin prórroga al cumplimiento del déficit.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, asegura que «hemos obtenido un año más para la senda de déficit púbico sin compromisos adicionales...no ha habido más implicaciones, más imposiciones, que las que ya se establecían anteriormente».

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, confirmó ayer que el gobierno adoptará algunas de las principales recomendaciones que la Comisión Europea presentó para España el pasado 30 de mayo: subir el IVA, eliminar la deducción por compra de vivienda y reducir la fiscalidad del trabajo. Se prevé además aumentar la jornada laboral a los funcionarios.