El dato estadístico europeo tiene, sobre todo, un valor simbólico. De cara a Europa y a los mercados, porque da credibilidad a las cuentas españolas, por mala que sea la perspectiva; de cara a la política nacional, porque despeja las críticas que apuntaban un maquillaje de los cálculos por parte del gobierno del PP para que los datos de este año parecieran mejores.
Según Eurostat, los países en los que más creció el déficit público son Irlanda, 13,1%; Grecia, 9,1%; España, 8,5%; Reino Unido, 8,3%. Donde más se contuvo fue en Finlandia, 0,5%; Luxemburgo, 0,6% y Alemania, 1%. El objetivo marcado por la UE es que todos los socios comunitarios tengan en 2013 un déficit que no supere el 3% del PIB, como marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
También se han difundido los datos de deuda pública correspondientes a 2011, que no debería superar el 60% del PIB. España lo supera, pero no está entre los peor situados. Según Eurostat, la deuda española fue en 2011 del 68,5%, muy lejos de las cifras alcanzadas en Grecia, 165,3%; Italia, 120,1%; Irlanda, 108,2%; o Portugal, 108,8%. Catorce países de la UE superan el límite permitido y los que tienen mejores ratios de deuda son Estonia, 6%; Bulgaria, 17,3%; y Luxemburgo, 18,2%. Francia y Alemania superan el 80%.
En conjunto, el déficit en la zona euro bajó desde el 6,2% en 2011 al 4,1% en 2011. En el conjunto de la UE, desde el 6,5% al 4,5%. La deuda pública se incrementó de un 85,3% en 2011 al 87,2% a final de 2011 y en el conjunto de los 27, desde el 80% hasta el 82,5%.