El apoyo europeo a la futura red ferroviaria española supone el fin de lo que se ha llamado España radial, un cocepto «caduco», según el ministro español de Fomento, José Blanco. En total serán cinco ejes ferroviarios, ahora prioritarios para Bruselas, que cambian el diseño de la red básica de transporte por tren.
Los nuevos trazados unen las grandes ciudades españolas y los grandes puertos mediante cinco corredores ferroviarios. El eje mediterráneo conectará la frontera francesa desde Portbou, en Girona, con Barcelona, Tarragona, Valencia, Alicante, Murcia, Almería, Granada y dos bifurcaciones hasta Algeciras y Sevilla para, en un futuro, llegar hasta Huelva. Se calcula que, cuando esté operativo, el número de pasajeros pasará de los2,9 millones actuales hasta 7,7 millones.
El corredor atlántico une Francia y Portugal por el País Vasco y Castilla y León, con ramales a A Coruña, Gijón y Madrid. El corredor central incluye solo el eje Algeciras-Madrid-Zaragoza, para conectar con los otros dos grandes ejes por Bilbao y Tarragona. La travesía por los Pirineos hasta Francia no se ha incluido porque los estudios de viabilidad no se han terminado, pero la Comisión Europea deja pendiente el proyecto, sin cerrarlo.
En las comunidades incluidas en la nueva red se ha celebrado la apuesta europea, porque los empresarios consideran que aumentará su competitividad y facilitará sus exportaciones, sobre todo, a los grandes mercados de Alemania y Francia. En las zonas excluidas, Extremadura y Aragón, se ha criticado al gobierno del PSOE por haberlas dejado fuera de proyecto.
En 2030 deberán estar en funcionamiento los nuevos trayectos, que supondrán una inversión superior a los 50.000 millones de euros, de los que la UE cofinanciará entre el 10% y el 20%.
La CE ha presentado también su proyecto de emitir bonos para financiar obras de infraestructuras y telecomunicaciones que tengan una viabilidad económica demostrada. El emisor será el Banco Europeo de Inversiones.