Los Estados miembros inspeccionarán los barcos y los aviones que vayan a Siria cuando se sospeche que puedan llevar armas o equipamiento para la represión interna. Esta medida se aplicará en todos los puertos y aeropuertos así como en sus aguas territoriales.
El embargo decretado por la UE sobre las exportaciones de armas a Siria está en vigor desde mayo de 2011. Con las 26 personas a las que se prohíbe ahora la entrada en territorio de la UE y se congelan sus haberes, el número total de personas sobre las que pesan estas sanciones son 155, y el número de entidades 52.
Por otra parte se levanta esa paralización de parte del dinero cuando vaya destinado a estudiantes a investigadores sirios que están en territorio de la UE. Con este se han adoptado ya en la UE diecisiete paquetes de sanciones contra el régimen sirio.
Entre 1,5 y 3 millones de personas están afectadas por la violencia en Siria, mientras que toda la población civil está sufriendo por la escasez de alimentos y combustibles. Más de 113.000 personas han huido y se han refugiado en los países vecinos, sobre todo en Turquía, Líbano, Jordania e Irak.
Dentro del país la escalada de violencia impide a los trabajadores humanitarios proporcionar ayuda a las poblaciones afectadas.
La falta de información impide que la comunidad internacional sepa lo que está sucediendo y pueda hacer un análisis de la situación. Por otra parte en Siria hay unos 500.000 refugiados palestinos y unos 87.000 iraquíes, son grupos de población cuyas necesidades se han incrementado además de por la violencia por la falta de trabajo, la devaluación de la moneda y la inflación.
La Comisión Europea ha aumentado su presupuesto de este año en 2 millones de euros que están destinados a los refugiados iraquíes más vulnerables en Siria. Los refugiados palestinos que se encuentran en Siria están siendo ayudados por la Oficina de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio, de la que la UE es un donante importante.