Van Rompuy ha dicho a los eurodiputados que sus propuestas pretenden reforzar la convergencia económica entre los países de la eurozona, mejorar la disciplina fiscal y fortalecer la unión económica, los mismos objetivos que tenían otras medidas ya aprobadas y que no han conseguido frenar la crisis.
Ahora el presidente del Consejo Europeo sopesa dar poder a una autoridad central para que intervenga en los procedimientos presupuestarios nacionales y endurecer las sanciones para quienes incumplan los acuerdos decididos sobre los planes de ajuste.
«Debemos ir más allá en el automatismo de las sanciones previstas en los procedimientos de déficit excesivo o, en casos extremos, aplicar otras más duras como la suspensión de los derechos de voto, la suspensión de fondos estructurales u otros pagos», ha dicho Van Rompuy.
Bruselas reitera que se necesita una mayor armonización de impuestos, de políticas sociales y de «mutualizar limitadamente la deuda pública», es decir, implantar algún tipo de eurobonos. Van Rompuy presentará sus propuestas a los jefes de Estado y de gobierno de la UE en la próxima cumbre de diciembre, en la que incluirá la posibilidad de acometer cambios limitados en el Tratado Lisboa, aunque ya advierte de que los cambios institucionales no son un sustituto para responder a la crisis financiera inmediata.