Los titulares de Exteriores han decidido aplazar hasta el próximo 16 de febrero las sanciones a 9 personas y 9 entidades, lo que suma un total de 132 individuos y 28 entidades, a los que se considera que atentan contra la soberanía de Ucrania. En la pasada reunión, los ministros acordaron ampliar las sanciones que hoy debían ser ratificadas. Sin embargo, han decidido esperar hasta la próxima semana «a la espera de los acontecimientos sobre el terreno», como ha asegurado el ministro francés del ramo, Laurent Fabius.
Los gobiernos de Alemania y Francia están ultimando las últimas horas que quedan para la reunión del miércoles entre la canciller alemana Angela Merkel, los presidentes francés, François Hollande; ruso, Vladimir Putin y ucraniano, Petro Poroshenko para un alto al fuego definitivo. El ministro español, Manuel García-Margallo, ha insistido en que la reunión del miércoles es la última oportunidad para evitar un conflicto militar y convertirlo en un «nuevo escenario de la Guerra Fría». Todas las esperanzas están depositadas en las horas previas, a la vista de que se produzca el encuentro.
Fabius, aunque ha pedido «prudencia», se ha mostrado confiado en llegar a una solución y poder reunirse el miércoles. En este sentido, el ministro Margallo ha lamentado las consecuencias de la crisis con Rusia, y ha asegurado que la UE ha perdido cerca de «21.000 millones de euros en exportaciones», cifras que según asegura son cálculos del Ejecutivo comunitario, y «un 30% de turismo».
Los Veintiocho han coincidido en aplazar la ampliación de sanciones a la espera de las negociaciones encabezadas por París y Berlín para desbloquear la situación en el este de Ucrania. Los últimos acontecimientos en el este del país se ven con preocupación entre los socios comunitarios, aunque todos apelan a la unión, los bloques capitaneados por Polonia, países bálticos y Reino Unido, chocan con la iniciativa del eje franco-alemán.
Desde el estallido de la crisis con Moscú, los países del norte más próximos geográficamente con Rusia han liderado el ala más dura. En esta última reunión no ha sido una excepción y el ministro de exteriores lituano, Linkas Linkevicious, pese a no apoyar explícitamente el envío de armas –como baraja Estados Unidos – ha asegurado que en caso de que se produjera sería «una decisión lógica». Asimismo, también junto con sus otros países vecinos se mostraban también a favor de ampliar las sanciones económicas.
Discusión complicada
El ministro Margallo ha confirmado que la discusión sobre las sanciones ha sido «complicada», pero han llegado a un acuerdo de forma unánime. En la víspera de la negociaciones, Margallo ha insistido en que es «la última esperanza» para llegar a una solución pacífica del conflicto. Las sanciones, en caso de llegar a un alto el fuego, podrían revocarse el mismo lunes. De lo contrario, entrarían en vigor.
«Iremos todo lo lejos que se pueda, en función de los avances y expectativas», ha afirmado Margallo. Por ello considera que se insista en mantener «el rayo de luz» que permiten las nuevas negociaciones para un acuerdo. En este sentido, España insiste en el papel como «socio estratégico» que tiene Rusia, para también desbloquear otros conflictos como Irán, Irak y Siria.
Margallo ha insistido en el objetivo de buscar una solución pacífica al conflicto, aunque también ha recordado que Ucrania debe evitar convertirse en «un Estado fallido». Según el ministro español sería un error convertir a Ucrania en un país federado en que «las posturas más extremas, los separatistas lo que querrían es que las regiones tuvieran competencias en política exterior» capaces de vetar la entrada de Ucrania en la UE y en la OTAN. Un escenario apocalíptico, a lo que ha añadido: «la política exterior es competencia del gobierno central». Aunque el ministro no ha mencionado a Cataluña, Margallo aseguró la semana pasada que estudiará la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Constitucional la apertura de delegaciones catalanas en capitales europeas, conocido como acción exterior de la Generalitat de Cataluña.
Libia
El conflicto civil que tiene sumido al país centroafricano también ha ocupado un lugar importante en las negociaciones. El mediador europeo, el español Bernardino León, ha podido constatar «la profunda» división de los libios, en palabras del ministro Margallo.
En este sentido, la UE estima la posibilidad de aplicar sanciones individuales. Según el titular español, «una medida obvia», en caso del fracaso de la negociación. El país, muy dependiente de la exportación de crudo, ha visto como la disminución de los precios del petróleo han afectado a la economía de Libia. Un aspecto al margen del conflicto pero que también ha impactado al Estado.