La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, dice en un comunicado difundido poco después de conocerse el veredicto de culpabilidad de Timoshenko, que la sentencia «confirma que la justicia se está aplicando de forma selectiva en persecuciones políticas de líderes de la oposición y miembros del antiguo gobierno».
La exprimera ministra ha sido acusada de abuso de poder, por haber suscrito en 2009 un acuerdo de suministro de gas con la empresa rusa Gazprom, perjudicial para los intereses del país. La acusación dice que se perdieron 190 millones de dólares en el contrato, que ahora deberá devolver la acusada.
Timoshenko asegura que se trata de una maniobra orquestada por su rival, el actual primer ministro Viktor Yanukovich y el caso ha provocado una profunda división en la sociedad ucraniana. Tanto la UE como Estados Unidos han venido reclamando la liberación de la antigua primera ministra y han calificado el juicio de político.
La Alta Representante europea ha señalado que «esta forma de respetar los valores universales del gobierno ucraniano puede tener profundas implicaciones para la relación bilateral UE-Ucrania, incluyendo la conclusión del acuerdo de asociación, nuestro diálogo político y la cooperación más amplia».
Este lunes, mientras se leía el veredicto, Timoshenko denunciaba ante el tribunal que «se está robando la libertad de Ucrania».