La UE abre la puerta a los transgénicos

La Comisión Europea ha aprobado varios cultivos modificados genéticamente y deja a los Estados la decisión de cultivarlos.

La patata Amflora es la primera autorización en 12 años de un cultivo genéticamente modificado que hace la UE, el último fue a la compañía Monsanto para cultivar su maíz MON810. Entonces seis países tomaron medidas para proteger su territorio de estas semillas, entre ellos Alemania o Francia, pero no España.

También se ha aprobado la comercialización de tres variedades de maíz transgénico de la compañía estadounidense Monsanto.

un campo de maíz
Foto:CE

Después de 12 años la Comisión Europea da luz verde a nuevas semillas transgénicas, la patata Amflora, que producirá la firma alemana BASF y no está destinada al consumo humano, se dedicará a la producción de almidón para la industria papelera aunque los subproductos se podrán emplear en la fabricación de piensos para animales.

El recién estrenado comisario de Salud, John Dalli, ha admitido que la cuestión de las semillas genéticamente modificados es muy «delicada» aunque añadió que la decisión ha sido resultado de una «finísima» evaluación y que en la base está el dictamen científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Refiriéndose a la polémica y el rechazo que estos cultivos despiertan en la opinión pública europea, Dalli, ha hablado de innovación responsable y de avanzar en el uso de nuevas tecnologías.

El comisario ha añadido que el cultivo de la patata estará rigurosamente regulado. Deberá recogerse antes de que llegue a producir semillas, su comercialización estará sujeta a contrato con las papeleras y siempre deberán estar separadas de las normales destinadas al consumo, tanto en la recolección como en el almacenamiento o transporte.

A la vez que permite estos cultivos la Comisión Europea anuncia una propuesta para dar más «flexibilidad» a los países que se oponen. Hasta ahora siempre ha insistido a los países que tienen restricciones para que las levantaran.

En 2009 el MON 810 se cultivó en cinco Estados miembros, España, República Checa, Rumania, Portugal y Eslovaquia. El 80% del terreno dedicado a su cultivo en la UE está en España, unas 100.000 hectáreas. euroXpress