El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy ha anunciado que «el Consejo ha decidido abrir las negociaciones de adhesión con Serbia», y la primera ronda del diálogo deberá celebrarse «a más tardar en enero de 2014». En un principio se había señalado que las conversaciones podrían iniciarse en otoño, pero Alemania ha insistido en retrasar esa fecha. Van Rompuy, que viajará a las dos capitales el lunes, ha dicho que «nos encontramos en un momento histórico para los Balcanes y para Europa en su conjunto».
En febrero de 2012, Serbia obtuvo el estatus de candidato a la adhesión con la condición de que normalizara sus relaciones con Kosovo. En abril, el gobierno de Belgrado aceptó el desmantelamiento de las estructuras de poder paralelas que mantenía en la zona norte de Kosovo, de mayoría serbia, y que había instaurado desde la independencia kosovar en 2008.
Paralelamente, Kosovo ha abierto negociaciones para firmar un acuerdo de asociación y estabilización, considerado el paso previo para el proceso de ingreso en la UE. El gran obstáculo para las negociaciones es que cinco socios comunitarios no reconocen la independencia de este país (España, Grecia, Chipre, Eslovaquia y Rumanía), que solo aceptarán que se negocie una serie de «competencias comunitarias». Los cinco países han aceptado las negociaciones tras asegurarse que el proceso no supone un reconocimiento implícito de Kosovo.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha declarado que con el proceso de adhesión de Serbia y con la entrada de Croacia «se abre una época de oportunidad para los Balcanes Occidentales». El político danés ha felicitado al gobierno croata por sus esfuerzos y que ese país es «un ejemplo a seguir en materia de integración Euro-atlántica» para toda la región. Sobre los acuerdos con Serbia y Kosovo, ha destacado que esto es «una muestra de cuánto se puede conseguir con el diálogo y las reformas».