El diálogo de las armas, parece de momento, la única salida que ha encontrado la UE a la difícil y complicada guerra de Siria. Los 27 van a levantar el embargo parcial a partir del 1 de agosto. Hasta esa fecha van a intentar negociar con el régimen sirio. Se trata de «dar una oportunidad al diálogo», ha dicho el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Todo parece indicar que a partir del 1 de agosto en Siria continuarán hablando las armas. Tras dos años de conflicto, el embargo impuesto por la UE no ha servido para nada. La diplomacia no ha podido evitar un baño de sangre. Seguramente las armas tampoco lo evitarán. Pero al menos los rebeldes moderados, si es que eso es fácil de discernir en un país como Siria, podrán defenderse de los bombardeos del regimen de Bashar al Assad.
Los países de la UE han alcanzado esta medianoche un acuerdo para levantar el embargo. Lo ha anunciado el ministro de exteriores británico, William Hague, que ha dicho que «hemos decidido poner fin al embargo de armas a la oposición siria». De momento las condiciones establecidas son que el armamento sirva para la protección de los civiles.
No era el único embargo europeo. Los 27 deben seguir debatiendo sobre las prohibiciones a la realización de operaciones bancarias, la imposibilidad de salir al extranjero para los altos cargos del gobierno y la compra de petróleo por parte del régimen.
Austria, el país que más se ha opuesto a levantar el embargo habla de «fracaso». «No tenemos consenso, lo que significa que el régimen de sanciones no debe continuar», ha dicho el austríaco Michael Spindelegger.
Rusia ha criticado la decisión de la UE, y considera que el final del embargo «no solo no favorece una solución política sino que perjudica las perspectivas de una salida pacífica», y «añade leña al fuego» ha dicho el viceministro de exteriores ruso, Serguéi Riabkov que ha añadido que los políticos europeos utilizan «un doble rasero». Moscú, que durante el conflicto, ha sido el principal adalid del régimen de Damasco, prepara junto a Estados Unidos una conferencia de paz que se celebrará en Ginebra. Este lunes se reunían en un lujoso hotel de París, los ministros de Exteriores de Rusia (Sergey Lavrov), Estados Unidos (John Kerry) y Francia (Laurent Fabius) para analizar detalles de la conferencia en la que participará la oposición y representantes del gobierno sirio.
Este lunes, el diario Le Monde, aseguraba que sus reporteros habían sufrido un ataque con armas químicas mientras trabajaban en un barrio de Damasco. Además la periodista Yara Abbas, de 26 años, que trabajaba para una cadena siria, murió cerca de Quasair, junto a la frontera del Líbano. La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, ha advertido que en Siria «está ocurriendo una catástrofe humanitaria, política y social y nos espera una verdadera pesadilla» y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se ha mostrado «profundamente inquieto» por la presencia de milicias de Hezbolá en el país.