Respondiendo a la reflexión que este miércoles hacía en el Parlamento Europeo el presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, Barroso ha dicho que «hay condiciones más que suficientes, y si los gobiernos lo quisieran, para que las instituciones europeas tengan plena responsabilidad» para elaborar y supervisar programas de ajuste macroeconómico.
Barroso y Cavaco se han entrevistado este jueves, y el presiente portugués ha reiterado lo que dijo en el Parlamento «ha llegado el momento de liberar al Fondo Monetario Intenacional (FMI) para que sean las «instituciones europeas las que conciban las políticas (de los rescates) y ayuden a aquellos (países) con más dificultades».
Barroso no ve problema «En la eurozona hay suficientes recursos técnicos y financieros para lidiar con cualquiera de estos programas, pero quiero subrayar que esto es algo para el futuro, porque los planes actualmente en marcha fueron diseñados y acordados, y establecen responsabilidades muy importantes. Cualquier cambio ahora sería contraproducente», ha dicho.
Ha dejado claro que las decisiones no las toma la troika, Banco Central Europeo (BCE), Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea (CE), sino todos los gobiernos, de distintos espectros políticos, y que cada decisión que se ha tomado hasta ahora «lo ha sido unánimemente por los Estados miembros de la eurozona».
«Todos ellos han contribuido y es su responsabilidad», aunque ha admitido que la CE hizo lo que le tocaba hacer y no tiene intención de culpar a los demás por cumplir con su papel.
El FMI, por su parte, ha autorizado el desembolso de 675,47 millones de euros para Portugal, como parte de la séptima revisión de su parte del rescate. En su informe dice que a Portugal le «está siendo difícil de alcanzar» la recuperación económica y alerta de que con un programa carente de herramientas para impulsar la competitividad a corto plazo, hay un alto riesgo de que el ajuste se siga produciendo por falta de demanda.
El FMI concluye que las perspectivas económicas siguen siendo «sombrías» y señala que las exportaciones que hasta ahora habían dado un respiro han comenzado a disminuir por falta de demanda en el resto de la UE.
Quizá pensando en estas perspectivas Cavaco decía en el Parlamento que era mejor la Comisión Europea que ayudaría en último caso para evitar el contagio que una institución como el FMI que es puramente económica. «Me refiero a los objetivos del FMI, que son sobre todo financieros, y de los de una Unión muy integrada, donde el contagio es posible y ocurre fácilmente y donde también tenemos que pensar en la cohesión económica y social y el crecimiento».