Bangladesh tiene un acuerdo comercial de acceso preferente a los mercados de la UE, el acceso libre de impuestos que le ofrecen los países occidentales y los bajos salarios (unos 38 euros mensuales), han convertido las exportaciones de prendas de vestir del país asiático en un negocio, tanto para empresarios como para el gobierno. El 60 por ciento de la ropa que se cose en ese país tiene como destino Europa, lo que comporta unos 14.400 millones de euros para las arcas bangladesíes.
A pesar de que la UE quisiera tomar medidas para modificar las normas de acceso libre de aranceles, sería necesario un acuerdo de todos los estados miembros y podría tardar más de un año en entrar en vigor. En un comunicado conjunto de la responsable de exteriores de la UE, Catherine Ashton, y el comisario de Comercio, Karel de Gucht, ambos señalaban que «la UE hace un llamamiento a las autoridades del país asiático, para que actúen de inmediato con el objetivo de asegurar que las fábricas de todo el país cumplen con las normas laborales internacionales».
Las organizaciones sindicales de Bangladesh y All Global Union, que representa a 50 millones de trabajadores de todo el mundo, han puesto el 15 de mayo como fecha límite para cerrar con los minoristas, un compromiso de planes de seguridad de construcción y contra incendios en todo el país. La organización ha pedido a las empresas extranjeras que renegocien los contratos para pagar más a los proveedores y garantizar así el pago de salarios dignos y la realización de mejoras técnicas en las fábricas.
Por su parte la «Campaña Ropa Limpia en España» ha acogido con esperanza y cautela los comunicados emitidos por algunas empresas implicadas en la tragedia del edificio Rana Plaza de Bangladesh. Según esta organización, las empresas Primark, Loblaw y El Corte Inglés, han asumido de momento la responsabilidad en el trágico accidente. Las tres transnacionales tenían pedidos en las cinco factorias que trabajaban en el edificio derrumbado. En un comunicado, la ONG pide que «se coordinen y trabajen con los sindicatos y organizaciones de defensa de los derechos humanos en la industria de la ropa para abordar cuanto antes las indemnizaciones a las familias de las personas que murieron y a los trabajadores heridos, la mayoría mujeres».
Las ONGs recuerda que además de los muertos y los heridos, muchos se han quedado sin trabajo y que las empresas deben asegurar que recibiran los salarios que se les deben, la ayuda económica para pagar asistencia médica y apoyo para encontrar un nuevo empleo. Desde hace un año «Ropa Limpia» ha promovido, junto con otros grupos, un programa de mejora de seguridad en las fábricas bangladesíes, que sólo han firmado dos empresas internacionales.
En Bangladesh, segundo mayor exportador mundial de ropa, más de 3 millones y medio de personas trabajan en la industria textil. Un sector que emplea sobre todo a mujeres, algunas de las cuales sólo ganan 38 dólares al mes.