Vientos de hasta 160 km/h, olas de más de 10 metros de alto, la feroz tormenta que ha golpeado el sur del Reino Unido y Europa Occidental, de las más dañinas de la década, ha dejado 13 muertos a su paso.
Inundaciones, árboles caídos, tejados levantados, la tormenta bautizada popularmente como «San Judas Tadeo», se formó el domingo sobre el sur de Inglaterra y Gales paralizando completamente el transporte urbano, marítimo y aéreo. Sólo el aeropuerto de Heathrow, en Londres, tuvo que cancelar 130 vuelos a los que se unieron decenas de trenes parados por los numerosos cortes de energía.
A pesar de que las ráfagas de viento alcanzaron los 160 km/h, «San Judas» no ha sido considerada huracán ya que no se ha formado sobre aguas cálidas ni tiene el característico «ojo» de los ciclones y huracanes tan frecuentes en las costas del Caribe y EE.UU.
Según las autoridades británicas, hay 4 muertes vinculadas con la tormenta: la de un joven del condado de Kent al caer un árbol sobre su dormitorio, la de un hombre de unos 50 años al norte de la capital, también por la caída de un árbol, y la de un matrimonio al oeste de Londres a causa de varias explosiones de gas en su vecindario después de que la tormenta hiciera caer la instalación.
Todavía no se han encontrado los cuerpos de un fotógrafo y un adolescente que hacía surf en la costa sur británica.
En Inglaterra, unas 180.000 personas se han quedado sin luz en una de las peores tormentas desde la «Gran Tormenta» de 1987, que provocó la muerte de 18 personas y derribó unos 15 millones de árboles.
Europa colapsada por la tormenta
En total, más de 500.000 hogares se han quedado sin electricidad en toda Gran Bretaña y Francia mientras «San Judas» ha seguido su camino golpeando también Suecia -donde ha dejado incomunicadas a 50.000 viviendas -, Dinamarca, Holanda y Alemania, donde hay cuatro muertos, tres de ellos en accidentes de coche al estrellarse contra árboles y objetos arrastrados por el viento y una cuarta víctima, un marinero ahogado al volcarse su embarcación.
Los fuertes vientos amenazaban Escandinavia desde media tarde del lunes y han obligado al cierre del puente que une Suecia con Dinamarca. Precisamente, en Copenhague un hombre ha muerto al derrumbarse una pared a causa del viento y otra mujer permanece herida tras quedar atrapada por un techo colapsado en la provincia danesa de Jutlandia.
Más víctimas mortales en Holanda donde ha estado cerrado hasta hoy todo el tráfico ferroviario hacia Ámsterdam, capital en la que ha muerto una mujer y hay dos personas heridas de gravedad. Con vientos de hasta 150 km/h, varios techos de edificios han volado y decenas de barcos se han soltado de los embarcaderos. Allí, un ferry en el que viajaban más de 1.000 personas desde la ciudad inglesa de Newcastle no pudo atracar en el puerto de IJmuiden y tuvo que volver al mar.
En Francia, donde continúan los apagones en cerca de 75.000 hogares, una mujer ha sido encontrada muerta en Belle Ille, isla frente a la costa de Bretaña. Según la policía, la mujer fue arrastrada al mar por la crecida de las olas.
«San Judas», bautizada así en las redes sociales por ser éste el patrón de las causas perdidas, se formó por la unión de aire ártico con aire caliente procedente del Atlántico y, aunque la alerta ya ha sido desactivada, las autoridades han pedido a las poblaciones afectadas que se mantengan vigilantes porque continúan los fuertes vientos.