La situación en el mundo árabe, a debate en la UE

Los ministros de Exteriores de la UE debatirán en profundidad, la situación que se ha creado en el mundo árabe a raíz de las revueltas en Egipto y Túnez a las que han seguido Libia, Yemen o Bahrein. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha visitado esta semana Túnez y otros países de Oriente Medio y la próxima irá a Egipto, también se planteará la ayuda económica. Como ha dicho una fuente comunitaria «Las buenas palabras tienen que ir acompañadas de ayuda material».

Brazo en alto mantienen un féretro
Entierro de uno de los muertos en Bahrein/Foto:youtube

Este domingo y el lunes se reúne el consejo de ministros de Exteriores para hablar de la situaión que estń creando las protestas de los ciudadanos en los países árabes. Entre las iniciativas que se plantearán en esa reunión de ministros figura la de hacer de la Unión por el Mediterráneo un foro de análisis de la evolución de la situación en los países de la orilla sur del Mediterráneo y la mejor manera de reformar la política de vecindad europea que ha apoyado a regímenes como el de Ben Alí en Túnez o Hosni Mubarak en Egipto.

También se analizará la petición de El Cairo de congelar los bienes de los altos cargos egipcios. Al parecer en la lista que se va a manejar no figuran Mubarak ni su familia. Otros temas de la agenda son el informe de Ashton sobre su encuentro con el Cuarteto de mediadores para Oriente Medio.

Los acontecimientos se encadenan y la UE ha llamado a las autoridades de Yemen y Bahrein a dialogar con los manifestantes y a no recurrir a la violencia. «Deplora las muertes y la violencia y pide a las autoridades bahreiníes que respeten y protejan los derechos fundamentales de sus ciudadanos, incluído el derechos a reunirse pacíficamente». Por su parte el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, ha hecho también un llamamiento a las autoridades de Bahrein para que escuchen a la población.

El pequeño reino de Bahrein tiene una gran imortancia estratégica, sobre todo para EE UU que tiene allí una base desde donde la Quinta Flota controla las rutas marítimas que siguen los petroleros en la ruta de Afganistán y la amenaza de Irán.