La BBC británica dedica un amplio espacio a la noticia y destaca que la sentencia pone fin a la carrera de Garzón. Su corresponsal en Madrid, Tom Burridge, considera que «la mayoría de los comentaristas internacionales están consternados porque el hombre que intentó llevar a juicio al ex dictador chileno, Augusto Pinochet, haya sido juzgado él mismo ahora».
El francés Le Monde da datos de la sentencia y subraya que a Garzón solo le queda la vía de apelación ante la justicia internacional. La noticia remite a un perfil del condenado que titula «Baltasar Garzón, un superjuez incómodo», en el que habla de «una mirada sombría, una ambición voraz» y le llama «activista de la justicia universal».
La alemana Deutsche Welle añade a la noticia unas declaraciones del abogado Björn Rohde-Liebenau, de la asociación IALANA, en las que señala que «un juez investigado es algo que no se podría dar en la justicia alemana... Sentimos honda preocupación por el sistema judicial español».
En todos los casos se da importancia al segundo de los juicios a Garzón, el de la investigación de los crímenes del franquismo. Fuera de Europa, desde la estadounidense CNN a la catarí Al Jazeera recogen la sentencia con comentarios de perplejidad.