El Consejo de Europa evalúa los avances de la Santa Sede en la lucha contra el blanqueo de dinero y reconoce sus «esfuerzos significativos» a favor de la transparencia financiera.
Moneyval, el órgano del Consejo de Europa que estudia el cumplimiento de las normas internacionales para contrarrestar el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, ha emitido un informe sobre los avances que ha hecho la Santa Sede para combatir el lavado de dinero, después del informe que ya realizaron en 2012 y en el que detectaron numerosas deficiencias.
En esta ocasión, asegura el informe «en un corto periodo de tiempo han adoptado un amplio rango de medidas legislativas» dando «pasos firmes para fortalecer el sistema de lucha contra el blanqueo de capitales» aunque, asegura el informe, «es un avance dentro de una estrategia a largo plazo».
El Consejo de Europa ha felicitado tanto a la Santa Sede como al papa Francisco I por el interés personal y «el énfasis» aplicado a la lucha contra el blanqueo de capital en El Vaticano y sus esfuerzos en apoyar la cooperación internacional en este campo y el trabajo de la Autoridad de Inteligencia (FIA) que ha firmado acuerdos para evitar las «transacciones sospechosas» con varios países, entre los que se encuentran El Vaticano, EE.UU. y España.
Moneyval concluye con una revisión de las medidas legislativas que han contribuido a mejorar la situación desde el anterior informe, aunque ciertas cuestiones todavía necesitan ser abordadas. El documento habla de la necesidad de poner en práctica una estructura legal para criminalizar el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, e insta a asegurar que las instituciones financieras, entre ellas la Santa Sede y la Ciudad Estado Vaticano, sepan quienes son los titulares de las cuentas y que las medidas de identificación y verificación se están aplicando, en línea con los estándares internacionales. Una medida que ya se ha puesto en práctica pero que necesita ser reforzada.
Entre las carencias, Moneyval ha destacado que el Instituto para Obras de Religión (IOR), más conocido como Banco Vaticano, y la Administración del Patrimonio de la Santa Sede (APSA), no han sido objeto de una revisión exhaustiva sobre blanqueo de capitales y confía en que se lleve a cabo en enero de 2014 con la supervisión de la FIA incluyendo una evaluación de riesgos de los clientes. Esto, según el Consejo, permitirá el cierre de cuentas y el informe de un número significativo de transacciones sospechosas en 2013 que serán analizadas por la FIA y remitidas al Promotor de Justicia.
Moneyval ha destacado que al convertirse FIA en el supervisor internacional, es necesario dotarlo de personal especializado en esta área e insta a las autoridades a promulgar un reglamento sobre los requisitos de experiencia e integridad de las personas responsables en las instituciones financiera para que la FIA pueda evaluarlos y evitar conflictos de intereses.
Siguiendo las normas de Moneyval, la Santa Sede deberá presentar una actualización de las medidas recomendadas por el Consejo en diciembre de 2015. El organismo de control fue creado en 1997 con el objetivo de que sus miembros dispongan de un sistema eficaz para controlar el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo y que respeten las normas internacionales. Este control se realiza a través de informes periódicos sobre cada país.