La salchicha ahumada que enfrenta a Europa Central

La Comisión Europea tiene una difícil papeleta. Debe decidir si Eslovenia tiene derecho a usar la denominación de origen de su popular salchicha ahumada, Kranjska Klobasa, o hacer caso a la petición de Croacia, que se unirá a la UE en 2013, cuyos productores reclaman la autoría del «invento». No solo es una cuestión de nacionalismo gastronómico porque en juego hay millones de euros. Hace unos meses la misma historia revolucionó a los productores austríacos.

Un plato de salchicha Kranjska klobasa
Un plato de salchicha Kranjska klobasa / Foto: Slovenia.info

Los centroeuropeos disfrutan con este embutido ahumado que contiene carne de cerdo, ajo, pimienta y sal, hervido o a la plancha y acompañado de mostaza y rábano picado. Es una popular «delicia» de la zona de la que vive una importante industria cárnica y que mueve gran cantidad de dinero.

La disputa por la «paternidad» de la salchicha se debe a que proviene de Kranjska, un territorio que hoy pertenece a Eslovenia pero que fue parte del imperio austro-húngaro hasta 1918, del que formaban parte tanto Eslovenia, como Croacia y Austria.

La solicitud eslovena ante la Comisión Europea para proteger la denominación de origen de su salchicha ha provocado la protesta de sus vecinos porque, si Bruselas la acepta, siginificaría que ningún otro país o territorio podría usar el extendido nombre del producto en ninguna de sus variedades.

Por eso la cuestión levantó un importante revuelo en Austria, aunque su «Krainer» es una variedad diferente rellena de abundante queso. El ministerio austríaco de Agricultura se puso al lado de los productores para impedir el monopolio esloveno de la salchicha y, según la agencia de noticias eslovena STA, los dos países han llegado a un acuerdo de principio por el que la kranjska klobasa se puede producir en Austria bajo determinadas condiciones.

Sin embargo, el caso revive ahora desde Croacia en las mismas condiciones. El gobierno de Zagreb y la industria no están dispuestos a que la UE de en exclusiva su DOP (denominación de origen protegida) a la salchicha eslovena y argumentan que sus exportaciones superan los diez millones de euros anuales.

Así que el gobierno croata, con el apoyo de la Cámara de Comercio y los fabricantes se han puesto a recopilar datos históricos y los han enviado a Bruselas para reivindicar una salchicha con muchos pretendientes.