El guión se ha cumplido según lo previsto en la comparecencia del presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante el Parlamento de Estrasburgo, para dar cuenta de la gestión de la presidencia española de la UE, finalizada el pasado 30 de junio. El protagonista se adjudica resultados de gran calado; el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, agradece los trabajos prestados en momentos de gran tensión; los populares critican duramente y el resto quita importancia a la presidencia y constata que la UE avanza poco.
Zapatero ha hablado ante la Eurocámara de sustanciales avances en Europa durante el semestre español y ha relatado en el haber de la presidencia española los asuntos más destacados conseguidos por los 27 en el terreno económico: rescate de Grecia, mecanismo financiero de estabilidad, estrategia2020, refuerzo del Pacto de Estabilidad, futuro paquete de supervisión financiera,...
El presidente del gobierno ha hablado de generosidad española en el equilibrio institucional necesario tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, las cumbres internacionales, minimizando la importancia de que no se celebrara la prevista con Estados Unidos, y los avances en las negociaciones de adhesión de los países candidatos. «Si algo pone como experiencia la presidencia española, es que necesitamos cuanto más método comunitario mejor, necesitamos fortalecer el papel de las grandes instituciones comunitarias en la corresponsabilidad de los grandes temas europeos, ha dicho Zapatero».
El presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, ha destacado los nuevos retos a los que se ha tenido que enfrentar Europa y las respuestas que ha exigido en el semestre pasado y ha elogiado la labor española: «Hoy quiero rendir homenaje a España y a su presidencia del Consejo, que ha sido muy positiva y acertada y que ha tenido lugar en un contexto muy difícil y muy especial.»
Los eurodiputados quieren más Europa
Los eurodiputados, en general, han reconocido las dificultades añadidas que ha tenido la presidencia española y las críticas han ido más dirigidas a la actuación de la UE, que a la del gobierno español, aunque el liberal Alexander Lambsdorff, pronunció la frase más celebrada, que recogía un poco la opinión general: «La Presidencia ha sido como el Mundial de Fernando Torres, con grandes expectativas, pero luego decepciona un poco».
El eurodiputado verde, Daniel Cohn-Bendit, se mostró sorprendido por calificar de avances lo conseguido en este semestre, cuando «nadie lo nota» y ni siquiera hay dinero para llevar a cabo los proyectos prometidos.
El jefe de filas de los eurodiputados socialistas, el alemán Martin Schulz, habló de resultados excelentes de la presidencia, como el cierre de la negociación del nuevo Servicio de Acción Exterior de la UE o del intercambio de datos bancarios con Estados Unidos.
El líder de los populares europeos, Joseph Daul, reconoció el difícil contexto en el que se ha movido la presidencia española y recordó los 5 millones de parados en España. En su opinión, es difícil atribuir a España los logros defendidos por Zapatero, que también se deben al resto de las instituciones europeas. Citó además la oportunidad perdida para reforzar las relaciones con Estados Unidos al fallar la cumbre con Obama.
Mucho más dura es la visión de los populares españoles. Jaime Mayor Oreja ha dicho que Zapatero no estaba en condiciones de liderar la recuperación económica de Europa «porque se ha convertido en parte del problema». El PP este lunes distribuyó un documento firmado por Mariano Rajoy titulado «Fracasos de la presidencia española de la UE, los incumplimientos del gobierno». El eurodiputado socialista, Ramón Jáuregui, ha respondido que es «inédito que un partido de la oposición elabore un texto con un afán crítico exagerado y con una agresividad inusitada justo al término de su mandato y el día antes de la comparecencia del Presidente de su país». euroXpress