La delicada situación económica que padece España desde hace algunos años lejos de mostrar signos de recuperación amenaza con recrudecerse cada día. La cifras de desempleo siguen siendo las más altas de Europa (25%) y la prima de riesgo subió ayer martes por encima de los 433 puntos.
Los mercados han amanecido hoy dando un pequeño descanso y han abierto con 428 puntos. No obstante, son cifras peligrosas. Es la peor cifra desde hace cinco meses y la más alarmante desde que está en el poder el nuevo ejecutivo, ya que se consideran los 500 puntos como la barrera para que un país sea rescatado.
Grecia lo fue cuando superó esa cifra, Irlanda llegó a los 544 y fue intervenida y Portugal también con 517. No obstante el pasado 9 de noviembre, Italia se disparó hacia los 574 y no fue rescatada.
Para algunos analistas, los recortes y las medidas económicas tomadas por el gobierno de Mariano Rajoy en sus poco más de 100 días en el gobierno aún no pueden dar sus frutos y ya se han anunciado 7.000 millones más de ajuste presupuestario en Sanidad y 3.000 en Educación.
Esperando a que esta batidora de nuevos movimientos haga efecto, desde Europa proliferan las voces que claman una intervención del Banco Central Europeo a la que es la 4ª economía de la zona euro y evitar la intervención internacional en España.
España podría dañar la zona euro, según la prensa económica
No solo los mercados y los especuladores siguen acosando a España, algo de lo que se han quejado en alguna ocasión tanto el propio gobierno como Buselas, sino también la prensa internacional, que no confía en el margen de maniobra de España, a pesar del cambio de gobierno.
Dos de los periódicos con más prestigio del mundo económico, «The Wall Street Journal» y «Financial Times», avisan del peligro para la estabilidad de la zona euro por la posible caída de uno de los gigantes europeos y del efecto contagio para los demás países. Las palabras «España» y «rescate» siguen siendo inseparables en las crónicas de estos dos periódicos prácticamente durante todas las jornadas.
Dudas y más dudas. Poca confianza de los inversores sobre la capacidad de España poder reducir el déficit y de que las buenas previsiones económicas no se adivinen hasta principios del 2013. Ambos periódicos también claman que Madrid lo tendrá difícil para recuperarse pese a las medidas, porque se ha entrado de nuevo en recesión tras acumular varios trimestres en negativo de su PIB (Producto Interior Bruto).
«The Wall Street Journal» ha llegado a abrir su edición europea con la crisis española en portada. Según este periódico, los mercados dudan si el Gobierno será capaz de reducir del 8,5 al 5,3% el déficit para este año, a pesar de los presupuestos austeros que incluyen un ahorro de 27.000 millones de euros, y la reforma de educación y sanidad, que prevé ajustes de 10.000 millones.
El gasto de las Comunidades sigue siendo uno de los máximos problemas existentes para sanear las cuentas europeas y cuentan que desde la Comisión Europea lo saben y se muestran muy preocupados por ello. Ni Italia, ni Portugal e incluso ni Grecia copan ahora la alerta informativa de estos diarios y todos los ojos están puestos en España.
Poca confianza en las palabras del gobierno
Como también los tienen desde «Financial Times». Destacan las caídas de la Bolsa española – un 3%- y como España parece inmersa en un bucle que la devuelve a las peligrosas cuentas de marzo del 2009. Destacan la falta de confianza de los mercados, elucubran sobre la necesidad de un préstamo por parte de Europa –el equivalente a un rescate- y desconfían sobre las palabras del gobierno de que no necesitarán ayuda.
Los analistas incluso hablan de que el Banco Central Europeo podría salir a ayudar a España comprando bonos para evitar un rescate, algo sobre lo que el BCE no da respuesta. A esto hay que añadirle las palabras del propio gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien ha asegurado que, aunque los bancos han destinado 147.000 millones para cubrir las pérdidas de préstamos desde que arrancó la crisis, podría ser necesario aumentar este colchón si la economía se contrae más de lo previsto.