La operación internacional contra el régimen de Gadafi tendrá finalmente un mando militar de la OTAN y estructura política de gobierno formada por los países participantes. El ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, ha anunciado que la coalición «confía la operación en conjunto a la OTAN con un sistema de mando único».
Faltan detalles por confirmar, pero parece que el principio de acuerdo es firme, tras una conferencia de los jefes de las diplomacias de Turquía, Estados Unidos, Francia y Reino Unido. El traspaso de poderes podría realizarse este fin de semana, aunque algunas fuentes consideran que no será hasta el martes, cuando está prevista en Londres una reunión de los ministros de Exteriores de los países que intervienen en la operación para dar cuerpo a la estructura civil de la misión, condición exigida por Francia para dar el protagonismo militar a la OTAN.
Turquía había anunciado ya su participación en las labores de vigilancia de la OTAN en el Mediterráneo con cuatro fragatas, un buque de apoyo y un submarino, para impedir que se viole el embargo de armas a Libia.
Sus quejas sobre la intervención se referían a la posibilidad de que hubiera víctimas civiles. Una posibilidad barajada para evitar disensiones es que los países que quieran participar en los ataques terrestres lo hagan y los que se oponen se responsabilicen de la vigilancia aérea y de las baterías de defensa.