Este año 45 soldados de la Isaf han muerto en ataques de este tipo, lo que significa el 14% de las víctimas totales entre los uniformados de la OTAN. En 2011 fueron el 6%. En 2008, este tipo de ataques mataron a 2 soldados. La mayoría de los atentados están promovidos por el lider insurgente, Mulá Omar y se centran principalmente en las provincias de Helmand y Kandahar.
La coalición internacional entrena a unos 350.000 soldados afganos, y la medida, tomada a instancias de Estados Unidos, afecta especialmente al cuerpo de policia local de Afganistán, que está encargada de garantizar la seguridad en zonas rurales, lejos del control del gobierno de Kabul. El Comando de Operaciones Especiales de EE.UU. volverá a examinar en los próximos dos meses, a los 16.300 agentes locales con los que coopera actualmente y dejará de entrenar, temporalmente, a 1.000 nuevos reclutas.
La medida se toma coincidiendo con el inicio de la campaña presidencial a la Casa Blanca y en pleno repliegue estadounidense, cuando está previsto que este mes se retiren unos 30.000 marines. En octubre quedarán en el país centroasiático 68.000 soldados estadounidenses, un número similar al de principios de 2009, y se retiraran de forma progresiva a lo largo de 2013 y 2014. La OTAN ya ha cerrado 200 bases extranjeras y ha cedido el control de otras 280 a las tropas nacionales afganas. A lo largo de 2014 estos deberán asumir la labor de defender el país en solitario.