Los 50 países que contribuyen con unos 130.000 militares a las fuerzas de la OTAN en Afganistán (ISAF) completarán el relevo a finales de 2014. Según ha dicho el secretario general, Anders Fogh Rasmussen, la retirada comenzará a mediados de 2013, cuando las fuerzas afganas vayan asumiendo el liderazgo. Rasmussen no ha dicho nada de la intención del presidente francés, François Hollande, de sacar a sus tropas ya.
Completar el relevo va a tardar de 12 a 18 meses. Otra fuerza, que no realizará operaciones de combate, con un «nuevo papel» se mantendrá en Afganistán. Estará constituída por muchos de los países que ahora engrosan la ISAF, entre ellos, Estados Unidos, Reino Unido o Australia y apoyará a las fuerzas de seguridad afganas. Serán necesarios unos 4.100 millones de dólares anuales para costear a los 230.000 efectivos del ejército y la policía.
Rasmussen ha felicitado al presidente afgano, Hamid Karza,i por su «determinación» de crear una sociedad democrática en el país, fundada en los principios del Estado de Derecho y el buen gobierno, que avance en la lucha contra la corrupción y donde se protejan los derechos humanos de todos los afganos, incluidas las mujeres.
A la reunión de la OTAN en Chicago han asistido, además de los 60 países miembros de la coalición, el presidente de Paquistán, Asif Ali Zardari, representantes de Rusia, Kirguistán, Uzbekistán, Kazajistán, Japón, la ONU, el Banco Mundial y la UE.
En la cumbre se han acordado también unos veinte proyectos para compartir gastos de equipamiento, entrenamiento y reparación de material militar. El otro gran proyecto del que se ha hablado y del que se ha aprobado la primera fase es el escudo antimisiles.