Este domingo estará centrado en cuestiones internas y se cerrarán veinte programas de cooperación en proyectos militares entre grupos de países, para hacer frente a sus capacidades defensivas en momentos de crisis que han obligado a reducir drásticamente sus inversiones en defensa.
El lunes el tema central será la guerra de Afganistán. Los responsables de la organización militar prevén crear una nueva fuerza internacional para 2015 que no tendrá tareas de combate sino en la formación y asesoramiento de las fuerzas afganas. Tampoco enviará fuerzas especiales para tareas antiterroristas y plantearán la financiación del ejército y la policía hasta 2018. Estados Unidos porpone que los países aporten 4.100 millones de dólares anuales de los que España aportaría 30 millones.También se delimitarán varios proyectos sobre el escudo antimisiles, que enfrenta a Estados Unidos y Rusia. Por cierto a la cumbre no asisten Vladimir Putin sino el primer ministro Mdvédev.
Es la vigésimo quinta cumbre de la Alianza Atlántica, la tercera que se celebra en EE.UU. y está considerada la mayor en la historia de la OTAN, con un total de 60 países y organismos internacionales, entre ellos Naciones Unidas, la Unión Europea y el Banco Mundial. Una de las reuniones paralelas se centrará en la seguridad internacional, en la que participarán trece países, que se consideran claves para esa estrategia, entre ellos Marruecos, Argelia, Jordania, Australia, Qatar y los Emiratos Árabes».
Barack Obama vuelve a la ciudad en la que inició su carrera política y donde pronunció su discurso en la noche electoral de 2008, cuando fue elegido presidente de Estados Unidos. Allí ha instalado de nuevo su cuartel general para la reelección.
Son muchos los que quieren aprovechar el escaparate mundial que ofrece Chicago. El alcalde de la ciudad, Rahm Emanuel, exjefe de gabinete de Obama, dice que la cumbre es una oportunidad única para colocar a su ciudad en el escenario internacional y demostrar que es «la ciudad más americana de Estados Unidos». Los «indignados» no quieren perder la oportunidad de denunciar a la OTAN, las armas y los poderesos. Entre ellos está «Ocupa Chicago»,un grupo inspirado por las manifestaciones contra los bancos de los indignados de Nueva York. Unas 70 mujeres del grupo pacifista Código Rosa, han exigido ante el cuartel general de Obama, y los consulados de Alemania, Gran Bretaña y Canadá, el fin de las operaciones militares de la OTAN en Afgansitán y los ataques de aviones no tripulados en Pakistán y Yemen.
La policía ha acordonado el centro de la ciudad. En algunos lugares han colocado cercas de metal y barreras de cemento, y en otros barreras portátiles capaces de detener a un vehículo de 7 toneladas a 45 kilómetros por hora. Eso hace difícil cumplir la promesa de las autoridades de mantener la vida de los ciudadanos lo más normal posible. De hecho para los trabajadores del centro de la ciudad o los turistas será muy complicado desplazarse. Hay tramos de autopistas cerrados y muchas restricciones en el estacionamiento de vehículos. El museo Field, el acuario, el planetario y el Instituto de Arte estarán cerrados durante tres días. La parte positiva para la economía de la ciudad es que se esperan unos 21.000 visitantes, entre delegados, equipos de trabajo y unos 2.000 periodistas.