Unos 250 delegados entre representantes de la juventud, directores generales y funcionarios de todos los Estados miembros de la UE, países candidatos, Liechtenstein, Noruega, Suiza y expertos en el ámbito de la juventud de diferentes partes de Europa asisten en Estocolmo a la Conferencia de la Juventud que comenzó el sábado y que terminará este lunes 14 de septiembre.
Se trata de debatir sobre la nueva política que en materia de juventud debe emprender la Unión Europea, partiendo del documento que presentó la Comisión Europea el pasado abril «Una estrategia de la UE para la juventud: inversión y capacitación». La decisión se tomará en el Consejo europeo de los días 26 y 27 de noviembre.
Más de 60 millones de europeos, el 13 por ciento de la población, tienen entre 15 y 24 años. La tendencia es que este número disminuya, teniendo en cuenta que cada vez hay menos nacimientos. Lo que lleva a pensar que el peso social de un número cada vez más grande de personas de edad avanzada recaerá sobre las espaldas de un grupo cada vez menor de jóvenes. Para decirlo pronto y claro el futuro de Europa está en sus manos, y en las de todos que la formación y la participación de esos muchachos en la sociedad sea enriquecedora.
Según ha dicho la ministra sueca de la Juventud, Nyamko Sabuni, el 20 por ciento de los niños que viven en Europa no saben leer correctamente. Antes de la crisis económica más de un tercio de jóvenes con edades comprendidas entre 15 y 24 años estaba sin trabajo o sin formación, es urgente una política común que corrija esos datos y evite que la crisis haga que esa situación sea aún más crítica.
Jan Truszczynski, Director General adjunto a la Comisión Europea, ha insistido que el nuevo plan de políticas para los jóvenes, que debe abarcar desde 2010 hasta 2018, debe ser muy realista para que sea efectivo.
Por su parte Xenia Constantinou, Vice presidenta del Foro europeo de la Juventud, ha abogado por una mayor participación de los jóvenes en la elaboración de la nueva política y ha hecho hincapié en que en este momento necesitan un mayor apoyo de las instituciones europeas.