Los observadores de la ONU han suspendido sus operaciones en Siria por el aumento de la violencia de los últimos 10 días. El jefe de la misión, el general noruego Robert Mood, ha declarado que ninguna de las dos partes ha respetado el alto el fuego del 12 de abril y que durante los últimos días los 300 observadores desplegados en el país han sufrido ataques y no han podido trabajar con normalidad. Desde hace dos meses centenares de personas, muchos de ellos civiles, han muerto asesinados por el gobierno o los rebeldes.
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