Hablamos con Saraswathi Menon, directora de la División de Políticas de ONU Mujeres
Conforme se acerca el plazo para el cumplimiento en 2015 de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, las distintas agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) discuten una nueva agenda para los próximos años. Para elaborar la Agenda de Desarrollo post-2015, ONU Mujeres y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) han recibido el encargo de liderar consultas sobre la desigualdad, referida tanto a asuntos de género como socioeconómicos. Las discusiones se realizan a través de propuestas escritas, debates por Internet y mediante un grupo asesor creado especialmente.
Para conocer algunos detalles hemos hablado con la directora de la División de Políticas de ONU Mujeres, Saraswathi Menon, sobre la Agenda de Desarrollo y sobre qué posibilidades puede ofrecer para reducir las desigualdades en el mundo.
- ¿En qué se diferenciará la Agenda de Desarrollo post-2015 de los Objetivos del Milenio?
Saraswathi Menon - Los Objetivos del Milenio tuvieron éxito en la forma en que captaron la imaginación de la gente de todo el mundo. Vimos a organizaciones de mujeres, a la sociedad civil, a los medios y a académicos usando los Objetivos para evaluar el trabajo de sus líderes y de la comunidad internacional, y en muchos casos tuvieron que rendirnos cuentas. Los gobiernos rápidamente integraron los Objetivos del Milenio a sus políticas y prioridades. Cualquier nueva agenda debe por tanto responder a lo que los pueblos y los gobiernos han visto como puntos fuertes y debilidades del marco anterior.
En cada país, las crecientes desigualdades y los impactos de las diferentes crisis –alimentaria, de combustibles, económica y de empleos- son grandes preocupaciones, así como la violencia contra las mujeres que ocurre en todos los países, en todos los sectores sociales, en los hogares y en espacios públicos. Las vidas frágiles de personas en situaciones de conflicto o en países vulnerables a los desastres naturales o al cambio climático también motivan preocupación. Estos son solo algunos de los temas que no estuvieron presentes en los Objetivos del Milenio y deben ser tratados en algún nuevo marco.
Como ya hemos visto cuál fue el desempeño ante los Objetivos, con un progreso desigual en muchos casos, el peor de todos en materia de mortalidad materna, se debe prestar mucha atención no solo a la forma en que son elaboradas las metas sino también cómo pueden ser traducidas en acciones públicas. El nuevo marco será diferente, responderá a las aspiraciones de las personas y tendrá en cuenta las lecciones aprendidas por los gobiernos y sus socios. Además, tendrá que enfrentarse a los desafíos que se han agravado o que han surgido desde que se adoptó la Declaración del Milenio.
- ONU Mujeres recibió el encargo, junto a Unicef, de liderar las consultas sobre desigualdad. ¿Cómo se prevé alcanzar a mujeres y a jóvenes?
S.M.- La consulta acaba de terminar, y ha tenido un amplio alcance, inclusivo y abierto. Gran parte del debate se ha realizado mediante discusiones a través de Internet sobre 10 temas, desde discapacidades hasta pueblos indígenas. Cada discusión se ha moderado de forma conjunta por una agencia de la ONU y una organización de la sociedad civil. También hecmos hecho un llamamiento a la presentación de propuestas escritas y recibimos cerca de 200. A través de los medios sociales y eligiendo temas que interesaban al público, generamos un enorme interés. La mayoría de los que participaron en las discusiones eran miembros de la sociedad civil y personas de países en desarrollo. La mayoría de los comentarios estaban relacionados con igualdad de género y empoderamiento de las mujeres. Así que, tenemos confianza de que recibimos un amplio abanico de opiniones, y jóvenes y mujeres han participado activamente, ya que sus preocupaciones estaban específicamente incluidas.
- Algunos países de la Asamblea General de la ONU se niegan a discutir los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI). ¿Esos derechos estarán incluidos en la agenda post-2015?
S.M.- En nuestra consulta sobre desigualdades, una de las discusiones por Internet fue específicamente sobre la población LGBTI. Allí surgieron recomendaciones clave para erradicar todo tipo de leyes y políticas discriminatorias, adoptar una completa legislación y lograr compromisos contra la discriminación en la agenda post-2015. También hemos previsto crear un mecanismo de derechos humanos en la ONU para supervisar y informar sobre la violencia y la discriminación contra la población LGBTI. Así que las aspiraciones están claras. Por supuesto, el marco final post-2015 será determinado por las negociaciones entre los gobiernos. Pero poner por escrito unas aspiraciones es algo importante, y esperamos que eso se vea reflejado en el resultado.
- Los jóvenes LGBTI corren especiales riesgos de quedarse sin hogar, de caer en las drogas, de contraer el sida y de sufrir otros problemas. ¿Estos temas serán abordados?
S.M.- Las discusiones en torno al marco post-2015 se enfocan en pobreza, urbanización, salud y VIH/Sida en todas sus dimensiones. La vulnerabilidad de grupos específicos y la discriminación común que sufren se aplica muy bien a la población LGBTI. En las consultas descubrimos que, cuando se cruzan diferentes formas de desigualdad, se refuerzan entre sí y crean formas únicas de exclusión. También recomendamos que las diferentes desigualdades no sean abordadas de forma parcial, sino globalmente.
- ¿Cómo ayudan este tipo de consultas internacionales a cambiar la realidad en el terreno?
S.M.- Fijar estándares y metas no solo sirve de inspiración, sino que también obliga a presentar resultados. Las metas son por lo general una aspiración, pero detrás de ellas hay un reconocimiento de que, si hay un cambio de mentalidad, si las políticas mejoran y si se potencia a la población, puede haber una transformación. Es por eso que consideramos tan importante que la próxima ronda de metas y objetivos no solo se concentren en porcentajes, como los Objetivos, sino que también atiendan a las desigualdades, para que el éxito se mida en la mejora de la vida de todos y no de unos pocos.
Las consultas nos han demostrado que la desigualdad afecta no solo a los más pobres y más necesitados, sino también a las comunidades, a las sociedades y a la economía como un todo. Por tanto, las consultas internacionales son importantes para expresar lo que el mundo prioriza, lo que la gente puede hacer para hacer que sus líderes rindan cuentas y llevarnos a todos, mujeres y hombres, niñas y niños, a un mundo mejor.