«Sugerir que hemos dejado que este problema se alargue dos semanas es inexacto», dice.
Después de una reunión el martes 15 con el encargado de negocios de Irán, embajador Gholamhossein Dehghani, el consejero legal de la ONU, Miguel de Serpa Soares, se abstuvo de presentar su dictamen argumentando que estaba «estudiando todavía el asunto y considerando con mucho cuidado los antecedentes y la práctica actual».
«¿Todavía estudiando después de dos semanas? La montaña parió un ratón», comentó un diplomático asiático familiarizado con las complejidades políticas de la ONU y los matices de la lengua inglesa.
James Jennings, presidente de Conciencia Internacional y director ejecutivo de la Academia Estadounidense para la Paz, nos dijo que «el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tiene la oportunidad de olvidar las excusas y pronunciarse de forma principista».
Pero hasta ahora, Ban no lo ha hecho.
Dujarric nos señaló que el consejero legal se reunió el martes 15 con los representantes de Irán, inmediatamente después de que estos le pidieran la reunión. Y celebró sin demora un encuentro con los diplomáticos estadounidenses el miércoles 16.
Tan pronto como fue notificado oficialmente de los acontecimientos, se reunió con las partes involucradas, justifica Dujarric.
Pero mientras los acontecimientos siguen adelante, se acusa a la ONU de eludir un dictamen, a favor de cualquiera de las partes, mediante el procedimiento de alegar que se trata de un asunto bilateral.
Es una violación del espíritu de la Carta de la ONU blandir el pretexto de la seguridad nacional o cualquier otra cortina de humo para impedir que un país tenga su legítima representación ante el foro mundial, dice Jennings.
Como Estado soberano, Irán tiene derecho a nombrar a sus embajadores y no necesita pedirle permiso a Estados Unidos ni a la ONU para hacerlo, añade Jennings, quien este año encabezó una delegación de profesores estadounidenses a Teherán para reunirse con personal del Ministerio de Relaciones Exteriores y con el jefe del equipo negociador sobre asuntos nucleares de ese país.
La decisión de Estados Unidos de negar el visado al embajador permanente de Irán ante la ONU, Hamid Abutalebi, se hizo efectiva el viernes 11, pero desde el 1 de este mes estaba teniendo lugar una carrera en el Congreso legislativo para votar una resolución similar.
Sin embargo, con esta medida, Washington viola el Acuerdo de la Sede de la ONU, firmado en 1947, por el cual el país anfitrión se compromete a facilitar, y a no obstaculizar, el trabajo del foro mundial.
Un exdelegado de una organización no gubernamental ante la ONU comentó que el foro mundial se comporta como la mayoría de los gobiernos cuando la potencia hegemónica descarga su poder: «cierra la boca y baja la cabeza».
«Debemos recordar -dice- al (entonces secretario general de la ONU) Kofi Annan cuando envió en 2004 una carta privada al presidente George W. Bush (2001-2009) advirtiéndole con amabilidad de que no lanzara un ataque militar generalizado contra la ciudad iraquí de Faluya».
«Washington contestó con una dura ofensiva contra Annan, forzando a casi todo su personal de alto nivel a renunciar», y añade. «Sin duda Ban tiene en mente ese terrible antecedente cuando considera cómo reaccionar a la última violación estadounidense del Acuerdo de la Sede».
Dujarric dice que este martes 22 se reunirá el Comité de Relaciones de la ONU con el país anfitrión. La Oficina de Asuntos Legales estará presente y entregará una opinión si el Comité la solicita.
«Todo esto muestra que nos tomamos muy en serio el respeto del Acuerdo de la Sede», dice. «En los últimos días he reiterado que este es un asunto grave y que esperamos que se resuelva de forma bilateral», añadió.
La arrogancia que mostró el Congreso estadounidense sobre la aprobación del visade, combinada con la timidez del presidente Barack Obama, está poniendo en peligro lo logrado en las negociaciones por el programa nuclear de Irán, dice Jennings.
«Esta cortedad de miras y esta postura visceral tienen potencial para iniciar un conflicto que dejaría pequeñas las guerras contra Iraq y Afganistán», advierte.
En la jerga diplomática, la ONU es «un corpus separatum, con un estatus legal y político especial, independiente de Estados Unidos», hace notar el experto.
«Desde luego, Estados Unidos tiene derecho a rechazar el visado a cualquiera que considere una amenaza nacional, pero el embajador Abutalebi no lo es. Tiene excelentes antecedentes y una larga carrera diplomática», aseveró.
«La lógica diplomática más elemental indica que, para resolver problemas, uno no debe hablar solamente con sus amigos, sino con aquellos con los que discrepa», añade.
Estados Unidos acusa a Abutalebi de haber participado en la toma por la fuerza de su embajada en Teherán en 1979 y en el secuestro de su personal diplomático.
Pero el iraní afirma que solo actuó como traductor y negociador entre los rehenes y sus secuestradores, y que ni siquiera estaba en Teherán cuando la embajada fue tomada por un grupo llamado Estudiantes Musulmanes.