El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado una resolución que permite atacar Libia para imponer una zona de exclusión aérea sobre el país y proteger así a la población civil de las tropas del coronel Gadafi.
La resolución, impulsada por Francia, Reino Unido y Líbano, con el apoyo de Estados Unidos, ha contado con diez votos a favor, cinco abstenciones (Rusia, China, Alemania, Brasil e India) y ningún voto en contra. El texto autoriza a los Estados miembros a tomar las medidas necesarias para impedir el vuelo de aviones de Gadafi y defender a la población civil, es decir, permite el uso de la fuerza.
La primera actuación podría ser el bombardeo de las baterías antiaéreas libias. En las operaciones previsiblemente intervendrán aviones de Francia, Reino Unido y Estados Unidos, junto a varios países árabes. La OTAN y la Liga Árabe han respaldado la imposición de la zona de exclusión aérea.
El ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, ha dicho que la respuesta«será cuestión de días y puede ser cuestión de horas... Cada día, cada hora que pasa aumenta el peso de la responsabilidad que pesa sobre nuestras espaldas».
La decisión de la ONU se ha celebrado en Bengasi, sede del movimiento rebelde libio, sobre todo, porque llega tras la amenaza de Gadafi de iniciar la ofensiva militar sobre la ciudad hoy mismo y el aviso de que el ejército no tendría piedad.